Añoranza y liderazgo

Agencias
-

La selección quiere recuperar el dulce recuerdo de la repesca mundialista de 2006 ante Eslovaquia

Añoranza y liderazgo - Foto: Pablo Garcia

España se juega el todo mañana a una carta ante Eslovaquia en la tercera y decisiva jornada de la fase de grupos de la Eurocopa 2020, en el que será séptimo enfrentamiento ante una selección que le derrotó hace siete años en Zilina y con el dulce recuerdo de otro cruce decisivo, el que protagonizaron en la repesca del Mundial 2006. 

Ha llovido mucho desde entonces, pero los resultados inesperados en las dos primeras jornadas de la fase final provocan cierta añoranza. Luis Enrique sabía que su lista generaría polémica por la ausencia de jugadores de peso y la abundancia de ‘inexpertos’ en las grandes citas de la Roja. Era su apuesta. Ha creado una selección de autor. En el presente, no solo cuesta encontrar un líder desde la decisión de prescindir de Sergio Ramos, lo más complicado es situar a alguno entre los cuatro primeros de su puesto. 

Pese a todo, España tiene en su mano pasar a octavos e incluso hacerlo como primera del Grupo E si vence a Eslovaquia. De los 15 futbolistas que jugaron ante Polonia, solo tres -Jordi Alba, Koke y Morata- tienen más de 25 internacionalidades. 

Se demanda liderazgo en los momentos duros donde la experiencia es un grado. La aportará el regreso de Sergio Busquets, el último superviviente de la ‘generación de oro’. La duda es si será suficiente para que España vuelva a exhibir un fútbol ilusionante.

Enfrente estará Eslovaquia, una selección relativamente joven en el panorama europeo. Nació en 1992 tras la división de Checoslovaquia, país que históricamente se le dio mal a España en cada visita. 

De cinco encuentros en Praga perdió cuatro, nunca ganó y lo máximo que obtuvo fue un empate sin goles el día que Raúl González debutó con la absoluta.

Buenos precedentes

Desde aquella selección a la que España solo derrotó en cuatro ocasiones y cayó en siete de 12 enfrentamientos, la historia ha ido cambiando. Aunque existe un aviso para los de Luis Enrique, que tratarán de evitar una eliminación a las primeras de cambio. Se produjo en Zilina el 9 de octubre de 2014, encuentro que jamás olvidará Eslovaquia que tumbó a la vigente campeona del mundo y de Europa. No obstante, el balance de enfrentamientos se decanta a favor de España, con cuatro triunfos, un empate y una derrota.

El momento más dulce fue en la repesca de 2006, la Roja encaró la vuelta en Bratislava. Perdía por la mínima España hasta que David Villa marcó el empate y puso el sello a la clasificación al Mundial 2006 (1-1).