El objetivo no es otro que poder ahorrar en la factura de la luz. Y para conseguirlo se ha puesto en marcha en la ciudad de Ávila (existe otro proyecto en Gotarrendura) la que será la primera comunidad energética, es decir, un grupo de personas físicas, empresas o fundaciones, consumidores de luz en definitiva, que se unen en forma de cooperativa para poner en marcha una única planta fotovoltaica y ver así reducida su factura, en el consumo y con su influencia en la parte de los impuestos.

La presentación de este proyecto sirvió para dar a conocer algunos detalles de esta comunidad energética que echa a andar con seis socios y que se adentra en los fondos europeos a la espera de tener todo listo para junio, cuando se conozcan las subvenciones (ahora están en los trámites), y a partir de ahí tendrían un plazo de ejecución de dos o tres años, aunque si todo va bien en seis meses podría estar preparado, según explicó el ingeniero Fernando Martín, presidente de la comunidad energética.

El coste de este tipo de instalaciones se sitúa entre 600.000 y 700.000 euros y la idea es que la planta fotovoltaica esté situada en el polígono de Las Hervencias. A partir de ahí se generará una energía limpia que llevará a que cada asociado, en función de las placas, consiga una reducción aplicada a su factura de la luz sin que tenga que hacer ninguna obra en su instalación.

En principio, esta primera comunidad está formada por seis integrantea, con personas físicas, pymes y una fundación, en una figura a través de la que se consiguen agilizar los trámites y, con un reparto según lo que corresponda por los consumos.

«El Ayuntamiento es el primer interesado», explicó Fernando Martín, y destacó el momento actual para arrancar con los fondos Next Generation sobre la mesa y con una figura que no tiene aún mucho arraigo en Castilla yLeón pero sí en otras zonas de Europa, como puede ser el caso de Alemania.

En la presentación se contó con la presencia del presidente de CEOE Ávila, Juan Saborido, que puso de especial relevancia el problema que supone el coste de la energía tanto para empresas como para particulares, contra lo cual existe este tipo de asociaciones que les pueden dar «una independencia del precio y asegurar de alguna manera el coste de la energía». Por ello se hicieron reuniones en la CEOE para hablar de estas comunidades con los empresarios y así surge esta herramienta «necesaria, sostenible para la generación de energía, para el autoconsumo y el almacenamiento de la energía».

Entre los integrantes de la nueva comunidad energética que participaron en el acto de presentación se encontraba Diego del Nogal, de Mindtech Partners, que es partícipe de la comunidad como usuario consumidor y destacó que lo que se hacía es constituir la comunidad para que tenga su recorrido y «poder captar más tejados y consumidores». Por su parte, Diego Díez,  otro de los miembros, habló de que es «una primera piedra de lo que debe ser el futuro energético en la provincia».

Desde Ávila Eco Energías, Teo López, habló de un proyecto que demuestra que se pueden hacer otros modelos como ocurre con estas comunidades donde puede incluirse más gente, mientras que Fernando García, presidente de Fundabem, habló sobre sus ejes de contribuir al medio ambiente y hacer posible que ese ahorro se pueda derivar en acciones sociales.