Carolina Ares

Escrito a tiza

Carolina Ares


Y de cañas con ellos

02/04/2022

Hace quince días les hablé de mis tés con las amigas de papel y tinta, pero esta semana saldré de cañas con los amigos, a garitos de mala muerte, bares tradicionales o pubs ingleses, porque dicen que lo importante no es el lugar sino la compañía. 
Para empezar, confieso, paso mucho tiempo con Patrick en los cafés de París. Damos buenos paseos, envueltos en misterios e identidades secretas y cuando la sed acucia nos sentamos en algún café, a horas intempestivas y dejamos que los silencios llenen lo que no completa la vida. En uno de estos establecimientos conocí también a Ernest. Ambos estábamos fuera de casa en la capital francesa, pero frecuentábamos los mismos sitios. Después hemos estado en Cuba, Estados Unidos, Canadá y hasta aquí, en España, pero fue en París donde le conocí. Y Marcel también acabó llevándome a su ciudad natal, tras varios veranos de infancia en Combray y los de juventud en Balbec. En su larga búsqueda del tiempo perdido, es un fiel consejero que entiende la vida de tal manera que pese al largo intervalo que nos separa, todo sigue teniendo sentido. Tan solo el asma que compartimos me agobia cuando le dan ataques, y me hace sentir agradecida de tener los medios médicos del siglo XXI.
Karl Ove me ha dado a conocer los bares nórdicos y juntos hemos hablado de literatura y de la vida, de cómo se presenta, de cómo se afronta y se supera. Javier me ha llevado a tabernas griegas, pubs irlandeses, bares americanos… mucho he viajado de su mano y compartido su maleta, repleta de autores que le hacían de guía en sus viajes. Rafael es perfecto para hablar de literatura española. Milan es fuente de inspiración y de reflexión, tiene una filosofía que te lleva a repensarlo todo. Hervé es nuevo, pero sus conversaciones expanden mi pensamiento. Antonio me habla de arte, de jazz (cuidado que le gusta, a veces se pone un poco pesado), de su vida y de su querida mujer Elvira, otra gran amiga mía. Eduardo es siempre surrealista, estar con él es diversión asegurada. Paul es un mago de las palabras, sus historias dan vértigo y te atrapan en 4, 3, 2, 1. Haruki es experto en mezclar la realidad y la fantasía como nadie.
J.R.R. y C.S. son del club de la magia. Nos reunimos en el Eagle and Child de Oxford donde narran la vida en clave de fantasía, pero sus historias son tan profundas que encierran la realidad del mundo. Ian y sus amigos Kazuo, Martin y Haniff, me cuentan historias muy diversas, normalmente inglesas, pero siempre de una manera innovadora, que no te esperas y te atrapa.  Juntos expiamos nuestros pecados durante los restos del día. Benjamín es nuevo y me habla de la belleza del Mar Abierto.
Al bar del pueblo me ha llevado siempre don Miguel. Es uno de mis mejores amigos, pero siempre le pondré el don delante, porque el respeto que le tengo es inmenso. Nuestras largas conversaciones sobre la tierra, la infancia o la familia han sido muy importantes para mí. Don Antonio tampoco puede faltar en la taberna rural, en la que sus sufrimientos son los míos, pero su belleza también. Y es que unos versos no vienen mal de vez en cuando para aliviar el espíritu. 
Como ven, no me falta vida social, siempre ando por ahí con unos o con otros, escuchando y aprendiendo. Y es que los amigos de papel son necesarios, hay que tenerlos cerca, por si acaso. 

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