«El mayor premio es que todo lo que elaboramos, lo vendemos»

I.Camarero Jiménez
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Francisco Alía y su hermano abrieron hace ya 13 años la quesería Elvira García en El Barraco, quienes les conocen dicen que lo hicieron con cabeza, ellos no lo ven así porque fue más una cuestión de corazón pero... todo ha salido bien, muy bien

«El mayor premio es que todo lo que elaboramos, lo vendemos» - Foto: Justino Diez

FRANCISCO Alía García (Ávila, 1980) es de El Barraco, trabajador incansable, amante de su tierra, de la familia, de las cabras malagueñas (sí, malagueñas han leído bien), que se han convertido en su forma de ganarse el pan en su quesería y en cierto modo, casi en sus psicólogos. «Es un animal (coge aire y piensa) al que sólo le falta hablar, yo creo que me entienden todo, sobre todo si tienes un día torcido, de bajón... La cabra es un animal además con mucho carisma y muy agradecido». Con ellas ha crecido porque su padre, un buen día hace 40 años decidió adquirirlas para ayudar a las arcas familiares. Es una forma de entender la vida,  muy sacrificada bien es verdad. Algunos podría haber acabado hartos de un negocio que se lleva gran parte del día a día por la necesidad de dedicarle mucho tiempo, pero en su caso lo tenía claro. «Cuando éramos pequeños, estábamos deseando que no hubiera colegio,  que llegara el fin de semana para estar en el campo con las cabras».

Pasado el tiempo, ya mayor (aunque aún muy joven), con dos dedos de frente y gracias a que lo aprendió de sus padres decidió junto con su hermano abrir una pequeña quesería en su pueblo, Elvira García, en honor a su madre (hoy orgullosísima de hasta dónde han llevado su nombre) y en El Barraco. Inauguraron negocio cuando corría un mes de mayo del año 2013. Al poco de abrir ya ganaban premios con esos productos «naturales, artesanos y de calidad» que salen de la magnífica leche de sus cabras. Hay quien dice -relata- «que lo hicimos con muy buena cabeza;pero, nada de eso, porque arriesgamos hasta lo que no teníamos, nos metimos en mucho más de lo que podíamos, así que de cabeza, cero. Hemos sido unos negligentes totales, pero sí es cierto que nos metimos con el corazón y con las ganas de seguir viviendo de la ganadería y ser autosuficientes». Pero «aquí estamos y ha salido bien, pero a base de meterle horas y ganas. Ahora, ya sí, es gratificante verlo porque pese a lo difícil de la situación estamos vendiendo hasta en Reino Unido».  

¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza sobre Ávila?

Historia a raudales. Imagino todo lo que ha tenido que vivir a lo largo de la historia y que  cantidad de secretos esconderá entre sus murallas.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Que es pequeña y guarda un poco ese espíritu de pueblo grande.

¿Y lo que menos?

La falta de trabajo y deficiente comunicación con el mercado número 1 de lo nuestro que lo tenemos a tan solo unos 100 kilómetros.

Un lugar para perderse …

Un paseo por el Mercado Chico y el paseo del Rastro en un día de lluvia suave.

Un recuerdo de la infancia

 Esos viernes en el mercado de ‘Ganao’ con esas vacas Avileñas  y la gente  negociando sus ventas y compras. Tan solo el gesto de darse la mano era un contrato ante notario.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Apostar por las empresas pequeñas y medianas, empresas abulenses para generar puestos de trabajo, para mí creo que sería lo primero. Después creó muy necesario, ya que en nuestra ciudad hay pocas empresas, trabajar en las comunicaciones para que los  desplazamientos para ir a trabajar a Madrid no se conviertan en jornada  y media fuera de casa.

Y tiene que mantener ... 

Las tiendas,restaurantes y al pequeño comercio,  muchos de ellos familiares. Creo que dan vida a nuestras calles y a  nuestra cuidad.

¿Un personaje que le haya marcado?

 Tengo varios, como buen barraqueño El Chava-Jimenez por su carisma y por esas alegrías que nos brindaba con sus triunfos. Sin olvidar  los logros del vecino Carlos Sastre y a Ángel  Arroyo. Santa Teresa por su labor por el mundo entero y, por último, el presidente abulense Adolfo Suárez que le tocó liderar una etapa crítica en este país.

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Desanimada y con poco futuro para que se quede la gente joven.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Espero que con más empresas generando puestos de trabajo, que el turismo  también genere más puestos de trabajo. También espero que se apueste más por la agricultura, ganadería y el sector agroalimetario de nuestra ciudad que tenemos muchísima calidad para ser competitivos.

¿Qué puede aportar a la ciudad?

Desde mi  humilde quesería Elvira García poco podría contribuir más que seguir  llevando  el nombre de Ávila, allí donde voy con mis pequeñas joyitas  queseras. Con ello dar visibilidad de la gran calidad de alimentos que  se pueden producir en este entorno agreste y variado. Y he decir que para mí es un privilegio.

 

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