Hay ganas de fiesta y en el caso de Cebreros, motivos para la celebración. La garnacha, principal variedad de uva de la comarca y por supuesto de la DOP Cebreros está de enhorabuena porque, sencillamente goza de buena salud. El viernes, 16 de septiembre es oficialmente el día de la garnacha y ayer, justo un día después de la efemérides, en esta localidad eminentemente vitícola (y cada vez más) quisieron celebrar que es tiempo de recoger los frutos, así que el Ayuntamiento recuperó una Fiesta de la Vendimia precisamente que llevaba sin celebrarse desde 2019.Entonces además la lluvia dio al traste con el concurso de corta y sólo se pudo celebrar el de pisa de uva. Lo dicho había ganas y motivos para vestirse de fiesta.
Hablábamos de que la garnacha goza de buena salud y ahora lo justificamos. La semana pasada la DOP Cebreros sumaba una nueva bodega a sus filas, concretamente en Navarredondilla. Con ella ya son 21, nos confirma la técnico de la marca, Marta Burgos. Además la inscripción de hectáreas va bien y ya suman nada menos que 480 con posibilidad de llegar a más. La semana próxima una nueva bodega oficializará su entrada en la DOP. Venimos de un año en el que han estrenado sede, a pie de calle y junto al museo de Cebreros, pero es que además los rendimientos por hectárea irán a más y prevén superar los 850.000 kilogramos de garnacha toda vez acabe la vendimia que este sábado se vistió de fiesta porque así estima el Ayuntamiento que debe de ser.
La vendimia es una actividad ancestral en la que han estado implicados históricamente muchos cebrereños y ahora que coge impulso hay que presumir de ello, cómo no, pues es santo y seña de la localidad.XXI ediciones lleva tras de sí esta actividad, que se rodea de una multitud a la hora de escenificar los concursos programados para la celebración, el de corta y el de pisa.
Por supuesto que primero fue el momento de pugnar por quien cortaba más cantidad de uva en menos tiempo. Había que desplazarse a una parcela y sortear los líneos entre las parejas competidoras para comenzar a cortar en cuanto se diera el pistoletazo de salida. Después, con lo recogido, se trasladarían a otro escenario, ya en el centro del municipio, para iniciar el siempre vistoso concurso de pisa. También como es tradición, la fiesta se adornó con música, la de la rondalla de Cebreros.Todo queda en casa, pero es que en casa se hace bien todo así que un brindis por esos cebrereños que tanto sacan de esas vides.
El concurso de corta fue por parejas y estuvo controlado para que todas tuvieran las mismas posibilidades. Se penalizaban acciones como las de dejar uva de una cepa sin cortar o uva en el suelo, es decir que se quedara sin recoger. El concurso fue rápido: 15 minutos para demostrar rapidez y saber hacer. Ocho participaron en categoría masculina, tres en femenina y ocho en infantil. Los primeros en masculina y con 97 kilos recolectados fueron Jesús del Monte y Darío Robledo; los segundos, Alberto Perdiguero y Alberto Robledo, con 86.
Las chicas vencedoras fueron Isabel y Cristina Saiz, con 49,5 kilos y las segundas Adriana Barbero y Carla Burbano, con 36,5. Entre los pequeños hay que esperar pues se hace media con el concurso de pisa de uva. Un concurso por cierto que llegaba tres horas después del de corta. Estaba previsto que amenizara la charanga de la Banda ofreciendo bollos y vino con los que acabar de entrar en materia. Ya a partir de las 21,30 le tocaba a la Ronda de Cebreros actuar en el Cabildo. En definitiva una jornada redonda con premios para los mejores (con 150 euros y trofeo para los primeros en categoría masculina y femenina, y 90 euros y trofeo en el caso de los segundos también en ambas categorías.
Para la categoría infantil, hasta los 16 años de edad, el reconocimiento llegaba con trofeos para los tres primeros clasificados.