En un tiempo en el que el dinero mueve el mundo, el Ayuntamiento de Ávila ha dedido volver por unas horas a los tiempos del trueque. Por ello se eligió la plaza del Mercado Chico (¿qué mejor lugar para hacer negocios que un mercado?) para que los abulenses más pequeños aprendieran en qué consistían esas transacciones que protagonizaron nuestros antepasados y hacerlo además con productos que merece la pena reutilizar. Puzles y libros se pusieron sobre la mesa, esos a los que los pequeños de la casa ya les habían sacado todo el jugo pero que merecían tener una segunda vida en manos de otros.
Tímidamente comenzó el evento, poco a poco más pequeños se fueron sumando a la causa y algunos montaron su propio tenderete para comenzar a negociar. Primero exponer, mirar, comprobar el género y luego, negociar y en el caso de llegar a un acuerdo, sellar el pacto como antes, con un buen apretón de manos. El mercadillo fue una iniciativa dirigida a menores de 14 años y buscaba que los participantes dieran una segunda vida a sus posesiones.De algún modo, que aprendieran y potenciaran las 3R (Reciclar, Reutilizar y Reducir) a través del uso del trueque para intercambiar objetos preciados que, claramente aún se encuentran en buen uso, pero ya no se utilizan.