Trebio,  seguridad de progreso… ¿Pero quién está detrás de esta  fábrica llamada Tebrio? Adriana Casillas es CEO y co-fundadora de Tebrio. Persona con unas capacidades de resistencia incomparables, visionaria y luchadora, algo que desde muy temprana edad supo practicar con esfuerzo todas y cada una de sus metas, sin dejar de lado nunca la parte humana,  y el cuidado directo de los que la rodean, donde sabe separar su responsabilidad como empresaria, como también sentirse feliz con sus semejantes. Posee también ese don de seguir con una vida sencilla en Salamanca, donde reside y formó una familia que la apoyan,  incondicionalmente. 
Durante su vida profesional, Adriana Casillas ha desarrollado diferentes proyectos tecnológicos de éxito tanto en Estados Unidos como en España, relacionados con industrias como la artística y la alimentaria. Adriana también está activamente involucrada en interacciones con la Comisión Europea, EFSA y otros stakeholders europeos para un correcto desarrollo de la industria de los insectos en Europa a través de su posición como presidenta de IPIFF, the International Platform of Insects for Food and Feed, con sede en Bruselas. Adriana Casillas cuenta con una Licenciatura en música clásica y contemporánea, MBA y Master Ejecutivo en Dirección de Empresas Agroalimentarias por la ESMUC, Johns Hopkins University y el IME Business School de la Universidad de Salamanca, respectivamente.   
Esta salmantina y su esposo han  puesto toda su esfuerzo  en Tebrio como también la ilusión a sus inversionistas, que apoyan con gran seguridad el progreso puesto en esta compañía española llamada Trebio, que lidera la cría industrial del insecto (tenebrio molitor) –gusano de la harina–, el mismo que transforman en productos Premium para los mercados de alimentación, nutrición vegetal, y otros usos industriales como por ejemplo el sector de los bioplásticos, cosméticos, etc. Tebrio cuenta con tecnología industrial muy disruptiva desarrollada dentro de la compañía, que junto a su modelo de negocio innovador le permiten ser una compañía industrial sin emisiones de gases efecto invernadero, con un consumo ínfimo de recursos naturales y de residuo cero, impactando directamente en la base de la cadena agroalimentaria y ayudando a reducir la huella de carbono de toda la cadena. 
Se sitúa en el polígono de Peña Alta en Salamanca, la misma que prevé empezar las obras en este mes de marzo, arduas negociaciones durante tiempo que esperemos que lleguen a buen puerto, y se   haga efectiva a partir de marzo, cuando se inicien las obras de la nueva sede de Tebrio. Que daría paso a la adjudicación del contrato para construir la terminal ferroviaria, y la necesaria electrificación de la línea. En la nueva sede, la empresa construirá 80.000 metros cuadrados que albergarán la mayor granja de insectos del mundo. Su inversión supondrá más de 80 millones de euros, las obras se prolongarán por un espacio de dos años, con lo cual estaría en pleno rendimiento en el 2025.
La instalación está destinada a cría, engorde y transformación de larvas de Tenebrio Molitor, el insecto que está en la base de la actividad de esta biotecnológica salmantina. La construcción cuenta con la licencia ambiental, la primera de las que necesitará para que sus promotores la levanten en los próximos años. La empresa ocupa actualmente otras instalaciones donde dan empleo 40 personas. Cuando finalice su nueva factoría, espera incrementar su plantilla hasta los 200 empleos directos.