Roberto Serna

El líder que hay en ti

Roberto Serna


Calibrar: la ley del más inteligente

02/11/2022

Cada persona, cada familia e incluso cada país puede caer o subir como la espuma si entiende dónde está, qué papel le corresponde y hace algo para empezar a funcionar. En el círculo de las interacciones sociales las cosas se llevan igual, no consisten en cuanto más llamativo mejor, en cuanto más dinero o más belleza mejor, conozco personas extremadamente discretas y poco afortunadas que tienen relaciones sociales a la altura de cualquier personaje famoso que se te pueda ocurrir.
Al hablar de sociedad y éxito casi todo el mundo entiende lo mismo, por lo tanto, una persona que debe ser el alma de la fiesta en todas partes, el que más amigos tiene o al que mejor le van los negocios. Algo inexacto excepto para aquellos que resultan fáciles de impresionar. Una persona sociable e interesante nunca es la que más tiene, es la que mejor se sabe adaptar al momento en el que se encuentra, ya se hable de negocios, de fútbol o de cualquier otra cosa, porque ha sabido sacar sus mejores armas de comunicación: hablar cuando hay que hablar, escuchar cuando le están hablando a él y aprender cuando le han enseñado algo nuevo.
Las habilidades sociales son eso, un conjunto de capacidades que convierten las conversaciones en momentos de conexión, disfrute y aprendizaje. Es algo difícil. Caer mal o no estar acertado es muy común y hace que tener amigos nuevos se complique, porque a ninguno nos han enseñado que quienes tienes delante también tienen una historia que contar y algún secreto que guardar, y pasamos buena parte del tiempo sin reparar en ello.
Cuando no das la oportunidad de que los demás te muestren de qué son capaces, ellos tampoco te la darán a ti, y todas las interacciones serán un intercambio de comentarios sin sentido.
Todos queremos caer bien, todos queremos ser aceptados y respetados y quizás la única forma de conseguirlo sea siendo auténticos en cuanto digamos la primera palabra. ¿Quieres sonar veraz cuando cuentes alguna historia? Prueba a ser veraz cuando estés solo en una habitación, en la que tú mismo seas capaz de sorprenderte diciéndote la verdad sobre cualquier tema, y verás lo fácil que resulta no fingir o tergiversar las cosas en tus conversaciones cuando estés delante de otras personas. La calibración es más que atender al contexto en el que te encuentras mientras examinas a quienes tienes delante, es una actitud sobre lo que se necesita exponer para no parecer un bicho raro.
El mundo ya es demasiado raro como para no atreverse a destacar. Ralph Waldo Emerson dice en su libro 'Confía en ti mismo' que toma de mucha confianza hacer lo que uno debe en cada momento. Extrapolado al tema que nos concierne hoy, lo que nos está advirtiendo es de la necesidad de ser no solo lo que somos, sino crear un ambiente en el que los demás quieran serlo también. Uno ha de empezar por sí mismo, esto es, que para que alguien se abra a ti necesita sentir que no le juzgan y para eso primero debes dejar de juzgarte a ti mismo. Las personas a menudo escondemos parte de nuestra vida por miedo, pero al hacerlo les damos a otros el mismo permiso.
Vivir en el mínimo de todo cuanto podemos es deshonrado, causa tristeza y es signo de debilidad, y va en contra de la naturaleza interior que nos grita que no tengamos miedo, que el más inteligente es el que muestra y permite, no el que esconde y sospecha.

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