Emilio Iglesias, ex presidente de la Junta de Semana Santa de Ávila, destacó las señas de identidad de la Pasión de Arévalo y, además de repasar las celebraciones arevalenses, abordó la vivencia cofrade en los actos pasionales. Con su esperado y aplaudido pregón dieron comienzo los actos de la Semana de Pasión arevalense. La Cofradía de la Santa Vera Cruz, que este año cumple el 35 aniversario de su refundación, ha vuelto a programar de nuevo, y con más énfasis si cabe después del doloroso paréntesis de la pandemia, los actos de la Semana Santa. Así por fin llegó el pregonero que estuvo a punto de hacerlo en el año 2020, como estaba previsto,  pero el acto tuvo que ser suspendido por el confinamiento

Emilio Iglesias es un abulense conocedor de la Semana Santa abulense y de otros muchos lugares, no en vano ha dado conferencias y pregones por numerosas poblaciones. Este año pudo acudir a la invitación de la cofradía arevalense y así, con el templo parroquial de Santo Domingo casi lleno, pronunció unas palabras desde dos vertientes principales, la vivencia cofrade y las propias celebraciones arevalenses, nuestra Semana Santa, sobria castellana y con sus particularidades propias. El presidente de la cofradía, Fermín Rodríguez, le hizo entrega de una placa recordando su intervención y colaboración.

A continuación, como es tradicional, la Coral de La Moraña de Arévalo interpretó unas composiciones polifónicas de música sacra, Señor, me cansa la vida, O Jesu Chiste, Lacrimosa y Judas, vibrantes composiciones clásicas que llenaron el templo de acordes y voces en perfecta polifonía, con la dirección de Verónica Castañeda. Un buen momento musical de nuestra coral que fue muy aplaudida. Finalizaron con una canción por la paz interpretando el Dona Nobis Pacem, seguido por todos los asistentes. En definitiva, un gran comienzo de la Semana Santa.