Una encuesta elaborada por la Cámara de Comercio de Ávila en la que han participado alrededor de 75 empresarios y autónomos abulenses desvela la preocupación con la que el empresariado local afronta el curso que acaba de comenzar en este mes de septiembre. Para la inmensa mayoría de los entrevistados, más de un 90 por ciento, el futuro a corto plazo se presenta con más complicaciones, mientras que solo un 8 por ciento considera que la situación será parecida a la de otros años. Como es lógico, la inflación y el descenso del consumo que lleva aparejado el incremento de los precios se consideran como las principales preocupaciones con las que los empresarios abulenses van a tener que lidiar en estos primeros meses, a la espera de que la situación a nivel global, en cuanto al espacio inflacionista se refiere, se pueda corregir

Pero si se tiene en cuenta que una de las medidas puestas en marcha desde el Gobierno central para mejorar la situación económica, como es el Plan de Ahorro Energético, es considerado por más del 60 por ciento de los empresarios abulenses como innecesario y se critica de manera unánime la falta de consenso por parte del Ejecutivo a la hora de poner en marcha estas medidas, la situación lejos de poder corregirse se agrava, y todo eso ayuda a que el panorama que se le presenta al empresario sea preocupante y complicado de afrontar.

La encuesta, además de ser una muestra de lo que la institución cameral abulense puede aportar para mejorar y ayudar a los empresarios abulenses, no hace otra cosa que reflejar y poner en boca de los empresarios las dificultades de la situación que está viviendo toda la sociedad y, lo que es peor, confirma los malos presagios con los que se presenta este periodo de otoño-invierno, que tiene pinta de que será bastante complicado para todos en general, familias incluidas.

Señalado el problema, procede ahora buscar entre todos la solución que pueda paliar y mejorar esa sensación de preocupación con la que afronta el empresariado este nuevo curso. Vista la mala experiencia de la puesta en marcha de medidas de forma unilateral por parte del Gobierno, lo que urge es una reunión con todas las partes implicadas para poder de esa manera encontrar unas mejores soluciones que, sobre todo, beneficien a los que van a tener una situación peor y que también lleven aparejadas medidas que realmente se puedan poner en marcha y que tengan un resultado positivo para todos, no como ha sucedido, y se está comprobando, con el Plan de Ahorro Energético.

Vienen tiempos recios, y en Ávila sabemos bien lo que eso significa. Queda  pendiente la respuesta que la sociedad, encabezada por sus políticos, tiene que dar para que las consecuencias no sean irreversibles.