Rodríguez dejará de ser secretario de Organización de Podemos

Europa Press
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El diputado no formará parte de la nueva dirección del partido y asegura que su "injusta persecución judicial" no tiene nada que ver en su renuncia y reivindica el haber acabado con las "broncas internas"

Rodríguez dejará de ser secretario de Organización de Podemos - Foto: EUROPA PRESS/A.Ortega.POOL Eur

El secretario de Organización en funciones de Podemos y diputado en el Congreso, Alberto Rodríguez, ha anunciado que dejará sus actuales funciones tras dos años en el cargo y no optará a las primarias para formar parte de la nueva dirección del partido, que saldrá de la cuarta Asamblea Ciudadana.

Así lo ha trasladado en un vídeo difundido en redes sociales para comunicar su decisión a los militantes y simpatizantes de la formación morada. "Toca cerrar una etapa", ha subrayado para reivindicar, como uno de sus mayores contribuciones, el haber terminado con las "broncas internas".

Su renuncia a formar parte de la Ejecutivo de Podemos se una a la del exsecretario general de la formación morada Pablo Iglesias, que abandonó todos los cargos políticos tras las elecciones madrileñas del 4 de mayo. Su marcha ha motivado que la formación convoque una nueva Asamblea Ciudadana para reemplazarle y elegir a una nueva dirección estatal, de la que el diputado canario ya no formará parte.

Rodríguez, que reemplazó al actual portavoz parlamentario Pablo Echenique al frente de la Secretaría de Organización, ha explicado que da un paso atrás "sin dramas" y de forma "natural" dentro de los "procesos históricos" que protagoniza su partido.

 

Su marcha "no tiene que ver con la persecución judicial"

Luego, ha querido dejar claro que su determinación de dejar la dirección de Podemos "no tiene nada que ver con la injusta persecución policial y judicial" que sufre, como mucho de sus compañeros.

Con ello, aludía a la acusación por presunto delito de atentado contra agente de la autoridad y otro leve de lesiones; así como una indemnización de 250 euros para el policía al que supuestamente pateó durante una protesta en La Laguna (Tenerife) en 2014. La Fiscalía del Tribunal Supremo solicita una pena de 6 meses de prisión, inhabilitación para el sufragio pasivo por el tiempo de condena y multa de 180 euros para el hasta ahora número tres de la formación morada.

De hecho, ha manifestado que la decisión la tenía tomada antes de la cuestión de su imputación, a la que ha aludido con cierta ironía como "el elefante en la habitación", y que suscita "vergüenza ajena" en muchos sectores, que le han brindado "su calor y su apoyo".

"Me pondrá juzgar mil veces, me podrán condenar sin pruebas un millón de veces. Va a dar igual, esto no va a modificar ni un centímetro nuestro camino para avanzar en conquistar derechos sociales", ha enfatizado para apostillar que la "estrategia de criminalizar" la protesta y "represión de la disidencia no es nueva".

 

Seguirá con su escaño en el Congreso

Además, se ha dirigido a los "fabricadores de odio" que le "insultan" prácticamente a diario que continuará "dando la pelea desde el escaño en el Congreso, defendiendo los intereses de su tierra y de la clase trabajadora". "El pueblo canario es el que me puso aquí y a ellos me debo. No hay nada ni nadie por encima de la voluntad democrática de la gente", ha sentenciado.

También ha rememorado que entró a formar parte de la dirección estatal de Podemos hace cuatro años, en Vistalegre II, y que hace dos asumió el "enorme marrón" de ser el 'número tres' de Podemos, con el objetivo de "empoderar a la militancia", dotar a los círculos (las agrupaciones de base de la formación) de capacidad de decisión "real" y orientar el trabajo a la "intervención social". "En definitiva, poner la organización al servicio de la sociedad civil", ha remachado.

 

Reivindica el poner fin a las "broncas internas en primer time"

Pese a las "dificultades", Rodríguez se ha mostrado "orgulloso" de su tarea al mandar "al baúl de los malos recuerdos las broncas internas en 'prime time', el desangre de la organización y la forma de concebir la política interna como un trampolín personal".

A su vez, ha recalcado que siempre ha contribuido a la "cultura democrática" y ahora, tras el trabajo desplegado en el que se "ha dejado lo más valioso, la vida, el tiempo y la energía"; llega el momento de "cerrar una etapa" y "dar un paso a un lado", algo que es "saludable, justo y natural" en cualquier colectivo "que quiera avanzar".