En plena primavera, sobre todo en los primeros días del mes de abril,  los termómetros cayeron por debajo de los cero grados durante varios días, lo que llevó a los agricultores a echarse las manos a la cabeza, temerosos de que las heladas hicieran mella en los cultivos, algunos de ellos ya muy avanzados precisamente por las fechas en las que nos encontramos. Y aunque finalmente las heladas sí han dejado daños en la provincia de Ávila, lo cierto es que no han sido demasiado cuantiosos y sólo afectan a determinados cultivos, principalmente de plantas oleaginosas como la colza y la remolacha.

En total, durante el mes de abril Agroseguro recibió partes de siniestro procedentes de agricultores de la provincia de Ávila correspondientes a unas ochocientas hectáreas, de las que  670 son de cultivos herbáceos. Campos sembrados de colza son los que más han sufrido los efectos de las heladas, ya que este cultivo acapara 670 de las 800 hectáreas en las que se han producido siniestros que derivaron en parte de seguro. Desde Agroseguro explican a esta Redacción que la mayor afectación de la colza se debe a que justo en el momento en que se produjeron las heladas este cultivo, cada vez más habitual en nuestros campos, se encontraba «en estado de floración», viéndose malogrado a causa precisamente de las bajas temperaturas. 

El segundo cultivo que más daños ha sufrido en la provincia de Ávila debido a las heladas de abril es la remolacha, aunque la superficie dañada de la que se han emitido partes es muy inferior que la colza. En concreto, 65 hectáreas.

Pese al disgusto que ello supone para los agricultores cuyos cultivos hayan resultado perjudicados por la caída de los termómetros en plena primavera, lo cierto es que as consecuencias podían haber sido más dañinas aún. En este sentido, desde Agroseguro se subraya el hecho de que las heladas no han afectado de manera generaizada a los cultivos de cereal, que son mayoritarios en la provincia de Ávila.

Tampoco han afectado las bajas temperaturas al viñedo, del que apenas han llegado partes de siniestro debido a que en los primeros días de abril se encontraban todavía las viñas con la yema de invierno. El pasado año, por ejemplo, las heladas se produjeron a mediados de abril y el daño en los viñedos fue muchísimo mayor.