Queda trabajo por delante

A.S.G.
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«Si el equipo quiere crecer lo tiene que hacer desde portería a cero». Entre los partidos de pretemporada y el duelo ante el Astorga, 13 goles recibidos. «Parece que nos tienen que dar una bofetada para despertar»

Javi amor veía la cartulina amarilla por una dura entrada - Foto: I.G.

Arrancó la temporada 2022-23.Lo hizo con una «bofetada» deportiva y emocional para el Real Ávila.Mejor ahora que luego, que todavía hay tiempo para corregir los errores. Porque esto no ha hecho sino comenzar y lo pasado ante el Astorga, como lo ocurrido en pretemporada, debe ser el punto de partida para que ya no pase a futuro. Porque «la tónica de este equipo tanto en pretemporada como en este comienzo de liga está siendo que nos tienen que dar una bofetada para despertar. Eso lo tenemos que trabajar» decía Borja Rubiato, entrenador del Real Ávila, al final de un choque en el que hubo que ver al Astorga ponerse hasta en dos ocasiones por delante para ver las mejores acciones de los encarnados. Ya les pasó ante RayoMajadahonda o Móstoles y repitieron ante CUCVillalba o Torrijos, donde les tocó remar a la contra. Ante los maragatos de José Luis Lago les ocurrió algo similar. La reacción fue buena. «Me ha gustado» ponía en el contrapeso de la balanza Borja Rubiato, que tiene claro que el equipo tiene que ser «mucho más fiable» si quiere ser ambicioso.

No es nuevo este problema, aunque como ocurre con los partidos cuando ya forman parte de la competición, el problema ya es 'oficial'.Porque la pretemporada dejó un balance 10 goles en contra en 10 partidos.El Astorga apenas necesitó de tres acciones para hacer otros tres. «Tenemos que corregirlo porque si el equipo quiere crecer, lo tiene que hacer desde portería a cero, minimizando mucho el tema de los errores» confesaba Rubiato ante lo que dejó el arranque de temporada, un momento siempre para todos los equipos en el que limar errores pero que no deja mucho margen de maniobra a un Real Ávila que, tras el Astorga, visitará este sábado a la Arandina en El Montecillo y al Mirandés B cuando empiece el mes de noviembre y la temporada apenas sume cinco jornadas.

Hay margen suficiente para aprender, dentro y fuera del césped. Porque el partido ante el Astorga demostró que en algunas cuestiones seguimos sin hacerlo. Dejó la tarde un momento injustificable tras la expulsión de Madou. El '9' veía –minuto 77– la segunda amarilla tras una dura entrada fuera de tiempo. A partir de ahí, todo lo demás. Juzgó el árbitro, que es quien debe hacerlo, enseñándole el camino a los vestuarios y se excedieron algunos aficionados desde la grada mientras el jugar protestaba la cartulina y abandonaba el campo. Entre el griterío habitual en este tipo de acciones, se escucharon insultos racistas desde varios sectores de la grada, la misma que ha tenido y tiene en su plantilla jugadores de color. Fueron pocos, pero los hubo. Y los escuchó el protagonista y el árbitro. Desde megafonía se pidió el cese de los mismos y en el acta lo reflejó ÁngelManso, según confirman desde el Real Ávila. A partir de ahora será el Juez Único de Competición el que marque la gravedad de los mismos, pero la multa o sanción parecen asegurados.