Viaje humanitario de Mijares a la frontera de Ucrania

E.C.B
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Una furgoneta partía este jueves hacia la frontera de Polonia con Ucrania con más de 110 paquetes de ayuda humanitaria recogida en esta localidad del Tiétar. El viaje de regreso se aprovechará para traer a cinco refugiados ucranianos

Viaje humanitario de Mijares a la frontera de Ucrania

El pueblo de Mijares ha vuelvo a mostrar, una vez más, su cara más solidaria y un unidad, con una iniciativa que va a permitir llevar hasta la frontera de Polonia con Ucrania más de 110 paquetes de ayuda humanitaria recogida durante las dos últimas semanas y traer, en el viaje de vuelta, a varios refugiados ucranianos para acogerles en el municipio y darles una nueva vida, alejados de la barbarie que están viviendo en su tierra por la invasión rusa.

Una furgoneta, conducida por dos de los impulsores de esta iniciativa, Mario Sánchez y David Domínguez, y que cuenta con una capacidad de unos 1.000 kilos, partió totalmente cargada de la ayuda humanitaria a las 5,30 horas de este jueves de Mijares con destino Przemysl, ciudad polaca situada a unos 30 kilómetros de la frontera con Ucrania, donde esperan llegar tras el próximo martes, 22 de marzo, tras más de 3.000 kilómetros por carreteras de España, Francia, Alemania o República Checa y Polonia. Y una vez allí, tal y como comenta uno de los coordinadores de este proyecto, David Sánchez, su idea es entregar todos los paquetes de ayuda humanitaria, que contienen desde productos para la higiene básica hasta latas de conserva y otros tipos de enseres muy necesarios, y «ponerse en contacto con asociaciones como Cruz Roja o la Asociación de Ucranianos de Aragón para que les proporcionen el contacto de personas refugiadas para traerse a cinco».

Esta iniciativa solidaria comenzó a gestarse el pasado 4 de marzo, durante el cumpleaños de uno de los componentes de la 'expedición', David Domínguez, en la que se planteo la posibilidad de ayudar a Ucrania a través de la recogida de todo el material necesario gracias a la solidaridad de los vecinos.

Inicialmente se planteó un único viaje, pero finalmente se decidió que fueran dos. Así el propietario de la furgoneta cedida para esta iniciativa, una Mercedes Vito, José Luis Monrrós, acompañado por un amigo, salió de Madrid el pasado 10 de marzo cargado de ayuda humanitaria con destino Przemysl, donde llegaron cinco días después, y tras su regreso y una vez cargada de nuevo con todo los artículos recogidos en Mijares, la furgoneta iniciaba en la madrugada del jueves un nuevo trayecto en dirección a la frontera polaca con Ucrania.

«Para la ayuda, nos pusimos en contacto con diferentes asociaciones, como las amas de casa, el CRA Las Torres, la asociación de madres y padres de alumnos (Ampa) y el Ayuntamiento, hace siete días y se hizo un bando y se pusieron carteles, y en cinco días se obtuvieron más de 110 paquetes llenos de artículos de primera necesidad en los dos puntos de recogida instalados en el Ayuntamiento y el colegio», explica David Sánchez, quien asegura sentirse «abrumado por la colaboración tan importante de los vecinos y de gente de otros pueblos cercanos».

Además, para la logística del viaje también han sido muchas las personas que han dado ayuda económica, cubriendo un 90 por ciento del coste del viaje, y otras, concretamente mijariegos que viven en el extranjero, han querido colaborar con esta buena causa ofreciendo sus viviendas para el descanso de los dos conductores que llevan la furgoneta. «Es un proyecto comunitario de Mijares con el pueblo ucraniano», subraya Sánchez, quien explica que, además, se han abierto otras líneas de ayuda por parte del Ayuntamiento con el Ministerio para acoger a gente refugiada en Mijares.

Y como la ayuda aportada por los mijariegos ha sido incluso mayor de la esperada, la idea de sus promotores es que todo lo que no han podido llevar en este viaje, se va a ceder a Pedro Bernardo, de donde el próximo 27 de marzo saldrán tres furgonetas cargadas de ayuda humanitaria con la frontera entre Polonia y Ucrania como destino.

Además, el propio David Domínguez va a ceder su vivienda para dar cobijo a los refugiados ucranianos que traigan en este viaje durante el tiempo que sea necesario.