Gerardo L. Martín González

El cimorro

Gerardo L. Martín González


Comentarista y visionario

08/03/2022

Los profetas eran visionarios de un futuro mas o menos lejano, de inspiración divina, pero ya no hay, y nos dicen que el ultimo profeta que recibía mensajes de Dios, según los musulmanes, fue Mahoma. Los visionarios que han venido después están entre la lógica, lo posible, la intuición, la experiencia y el gran conocimiento del ser humano, y siempre pendientes de la interpretación, pue así son sus profecías, algo tan elástico que hay para todos los gustos, según el intérprete. Los comentaristas son visionarios de vuelo corto, de cosas de actualidad, que interpretan y opinan sobre las noticias recientes, siendo la mayoría de cosas políticas y de políticos, que se repiten o aquello ya se lo has oído o leído en algún sitio y a alguien, aunque pudiera haber originales.
Junto a las opiniones que se oyen, muchas llevan la muletilla: «esto no puede pasar en el siglo XXI», «¡que estamos en el siglo XXI !», como si este siglo XXI que nosotros vivimos, fuese el culmen de la historia, donde todo se ha cumplido, y no puede pasar nada malo, cuando no es mas ni menos, que un siglo mas, de los que fueron y de los que vendrán, con los mismos pecados y las mismas virtudes, que no ha cambiado nada en valores morales y espirituales, aunque la tecnología y lo material vayan por otro camino a toda velocidad.
He echado una mirada a lo que un gran visionario del siglo XVI, Michel de Nôtre-Dame, mas conocido como Nostradamus, que en sus profecías vaticinaba hechos que ocurrirían en el futuro, escritas en cuartetas, basadas la mayoría en profecías bíblicas, del Apocalipsis, en un leguaje ambiguo, que algunos intérpretes, vienen a decir que se han cumplido. Las referidas al año 2022, pueden creérselas o no, y son estas.
«Por 40 años no se verá el arcoíris; por 40 años será visto todos los días; la tierra seca se volverá mas árida; y habrá grandes inundaciones donde se vean». Esto es una aproximación a lo que puede ocurrir con el cambio climático, que es una realidad a lo que no se da ninguna preferencia para su urgente corrección, y habrá consecuencias. No hace falta ser profeta para verlo.
«Alrededor de la Gran Ciudad, habrá soldados alojados en campos y suburbios». Podía referirse a la guerra de Rusia contra Ucrania, y la toma de la capital Kiev, que ahora estamos comprobando.
«Como el sol, la cabeza sellará el mar resplandeciente, los peces vivos de Mar Muerto casi hervirán». La concreción de ese nombre Mar Muerto, nos le sitúan entre Israel, Jordania y Palestina, que se nutre del rio Jordán, pero que el cambio climático nos hará ver en corto plazo, como se deseca casi en su totalidad.
«Templos sagrados del tiempo romano rechazarán los cimientos de su fundación». Es de las mas difíciles de interpretar. Hace años los expertos, después del Brexit, creían que se refería a la descomposición de la Unión Europea. Pero los hechos recientes de esta guerra incomprensible de Ucrania, peligrosa como precedente de una 3ª guerra mundial, donde parece ser que, al contrario, ha servido para la unión de los países que forman la UE, pero con un impredecible futuro.
«La muerte repentina del primer personaje, será cambiado y pondrán a otro en su reino». Los expertos suponen que se refiere a la muerte de algún líder político mundial, tal vez religioso, o de otros sectores destacados. Podrían ser, solo por lógica, la reina Isabel del Reino Unido, Biden de USA, Benedicto XVI o el Papa Francisco, todos tocados por algún mal y por la edad.
«La miel costará mucho mas que la cera de las velas; tan alto el precio del trigo». Esta parece la mas clara. Estamos en una época de decadencia económica mundial, por la pandemia del Covid, por la guerra, por el clima, y todo será mas caro y escaso, como consecuencia lógica, que podría producir grandes hambrunas mundiales.
Animado por Nostradamus, me atrevo como comentarista-visionario local, a hacer mis predicciones de solamente cosas negativas, pues las positivas no necesitan padrinos, y las malas tienen la opción de mejorarse.
«El agua no correrá, y la ciudad quedará anclada». La ciudad de Ávila es deficitaria de suministro de agua, y la que hay es insuficiente incluso para la población actual; con el riesgo de desecar el Valle Ambles, por un abuso de extracción de sus aguas subálveas. Me da envidia Madrid con sus catorce embalses de suministro, además del pantano de San Juan, que debe permanecer lleno, aunque sea a costa del Burguillo, de Ávila.
«Tristes resultan las escaleras que llevan a la ciudad vacía». Las pensadas escaleras para facilitar la movilidad a necesitados, y acceso al centro histórico deshabitado, si no cumplen un servicio real y eficaz, en cualquier tiempo y momento, serán unos trastos y una inversión inútil.