Casa de poesía en la que uno «se siente en la gloria»

D. Casillas
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El poeta y narrador cacereño Álvaro Valverde realizó ayer en la Universidad de la Mística una lectura de los textos «más personales» de su blog y de poemas inéditos que ofreció como regalo en ese espacio dedicado a San Juan de la Cruz

La Casa de la Poesía San Juan de la Cruz, que tiene su sede en la Universidad de la Mística y cuya actividad coordina la poeta abulense María Ángeles Álvarez, recibió este martes al poeta cacereño Álvaro Valverde, un encuentro con la lírica a través de uno de sus destacados hacedores que también lo fue con la prosa ya que el autor de poemarios como Las aguas detenidas, Una oculta razón (Premio Loewe) o A debida distancia, compartió escritos suyos de ambos géneros.

Era la de ayer, recordó Valverde, la segunda vez que «paso por la Universidad de la Mística de Ávila, donde estuve antes de esta pandemia que ha marcado un antes y un después para casi todo, y estoy muy honrado de esta nueva invitación y encantado de aceptarla ya que se trata de un sitio muy especial por todo lo que tiene que ver con la mística, porque uno siempre ha sido muy de claustros, monasterios, aunque religioso lo justo, y por eso considero que es un lugar singular y que basta que se llame Casa de la Poesía San Juan de la Cruz para que uno se sienta ya en la gloria, nunca mejor dicho».

En ese encuentro con los lectores abulenses quiso el poeta placentino compartir sus diferentes formas de abordar la literatura, y por eso comenzó presentando «un libro que apareció en plena pandemia, titulado Porque olvido, en el cual he recogido, de un blog que tengo desde mayo de 2005, los textos que tienen más de personal, no reseñas de libros, no comentarios literarios, sino lo que es más mío».

Este libro, explicó, «se publicó en plena fase dura de la pandemia, cuando estábamos incluso confinados, y por eso no ha tenido una gran salida ni he podido hacer muchas presentaciones, motivo por el cual María Ángeles Álvarez quiso que viniese a hablar de él a Ávila».

poemas inéditos. Y luego, añadió, «consideré oportuno, aprovechando la ocasión y porque creí que hablar solamente de Porque olvido era un poco pesado, completar el acto haciendo una breve lectura de poemas pero de versos inéditos, que creo que es una cosa que no es habitual y que uno considera que es gratificante para alguien que se toma la molestia de ir a escucharte».

En la selección de los poemas que leyó, comentó, «sí he buscado una relación entre ellos; por ejemplo hay un poema que me pidió la Universidad de Salamanca con motivo del centenario de Teresa de Jesús, y me pareció muy adecuado leerlo en un lugar que es teresiano por excelencia».

Otro de esos poemas cuya lectura regaló Álvaro Valverde al público abulense antes de que tome asiento en un libro, escrito con posterioridad a la publicación de Porque olvido, está inspirado «con la cubierta, que es una fotografía muy antigua de un belga donde se ve a una persona sentada al lado de un río», una imagen muy inspiradora que le sirvió como germen de esos versos.