El ropero interparroquial duplicó sus usuarios el año pasado

M.M.G.
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Por las instalaciones, que gestiona Cáritas y desde donde se hace un llamamiento a los abulenses para que de momento no lleven más ropa, pasaron 512 personas en 2021

El ropero interparroquial duplicó sus usuarios el año pasado

Aquellas personas que precisan ayuda para vestirse y vestir su casa cuentan en Ávila con el ropero interparroquial de Cáritas, un servicio que, desde 2019, se ofrece gracias al trabajo conjunto de todas las parroquias de la capital.

Ubicado en la calle Cardeñosa, el año pasado utilizaron el ropero interparroquial 512 personas, una cifra que duplica con creces los 220 usuarios contabilizados en 2020.

Si bien es cierto que 2020 fue el primer año año de la pandemia  y el ropero permaneció completamente cerrado varios meses, las más de 500 personas que demandaron los servicios del ropero es una cifra que sus responsables consideran elevada.

Así lo reconoce Miriam Duque,  responsable del Programa de Acogida de Cáritas, que a falta de conocer los datos del presente año, ya puede anunciar que es fácil que la cifra final vuelva a superar a esos 512 usuarios.

Porque, por desgracia, son muchas las personas que acuden a Cáritas o a las parroquias de Ávila buscando ropa, sobre todo de abrigo, para ellas y para sus familiares.

Y este año, además, las cifras se estarán influidas por los refugiados ucranianos, que ya han empezado a llegar.«Han llegado algunos, pero el 'boom' se espera para dentro de unas semanas», adelanta Duque el trabajo que ya sospechan que van a tener en Cáritas, sobre todo, en el departamento que ella gestiona.

«Hay que tener en cuenta que es gente que va a llegar casi con lo puesto», expone la dura situación por la que están atravesando aquellos que estos días huyen de la guerra.Gente que, dada la época del año que es, precisará ropa de abrigo, entre otras muchas cosas.

La misma ropa que necesitan las personas procedentes de países cálidos que también atiende Cáritas y a la que hay que seguir prestando ayuda.

Así pues, se prevén meses muy movidos en las instalaciones de la calle Cardeñosa, ubicadas muy cerca del convento de La Encarnación.

Poco espacio. Unas instalaciones que, pese a ser más grandes que las que acogían hace años al ropero (en un local de la parte trasera de la iglesia de San Esteban) se han quedado pequeñas rápidamente.

Y es que a día de hoy el volumen de ropa que se entrega en el ropero es mayor que el que sale del mismo.El abulense es solidario y aporta ropa en gran cantidad. 

Pero ha llegado un punto en el que las voluntarias que trabajan en el mismo no pueden gestionar el volumen de ropa que les va llegando. Entre otras cosas, por falta de espacio en el ropero.

Por eso, y a través del sacerdote responsable del ropero, José Carlos Labrador (el párroco de San José Obrero) han hecho un llamamiento para que los abulenses cesen (de manera temporal) de llevar ropa a sus instalaciones. «Los voluntarios hacen todo lo que pueden y más», destaca el sacerdote, «y tienen muchísima ropa que ordenar y que coger. Y el espacio, además, es limitado».

Eso sí, una vez llegado el momento de volver a recoger ropa en en sus instalaciones, las prendas que suelen ser más necesarias son las que emplean los niños; ropa de abrigo para todas las edades; y lo que es muy importante y, en ocasiones se olvida, es la ropa del hogar: sábanas, mantas y toallas para toda la familia. 

Horario y días de apertura. El horario de recogida de ropa será los lunes de 10,00 a 12,00 horas, y los miércoles y jueves de 16,30 a 18,30 horas. Aunque, antes de ir, eso sí, los usuarios deben saber que habrán tenido que pasar por sus parroquias, con el fin de que se evalúen sus necesidades.