«La poesía suele tener una buena parte de filosofía»

D. Casillas
-

Serafín Sánchez presentó en la Biblioteca de la Junta su primer poemario, 'Estados', un libro que afirmó que «nace de la necesidad de contar cosas para sobrevivir, de comunicar cosas que están dentro y que duelen»

«La poesía suele tener una buena parte de filosofía» - Foto: David González

Serafín Sánchez, filósofo y profesor madrileño afincado en Ávila, presentó al público abulense, dentro del programa cultural que organiza la Junta de Castilla y León en su biblioteca, el primer poemario que ha publicado (segundo libro tras el ensayo filosófico Platón en Anfield ), un conjunto de versos titulado Estados que, explicó su autor, «nace de algún modo de la necesidad de contar cosas para sobrevivir; en principio responde a una necesidad de comunicar cosas que están dentro, que duelen, que a veces son difíciles de asumir, y la poesía es un cauce para de alguna manera compartirlas y que el efecto de ese daño no sea tan potente».

Escribir desde esa perspectiva tiene algo de balsámico, reconoció Serafín Sánchez, «pero además de ese resumen directo y sincero que hacía antes, en el libro hay bastante más, está el intento de que la poesía sea también una forma alta de reflexión, pero de reflexión poética, recuperando un poco el concepto de la razón poética de Zambrano, en el que yo creo que la poesía se transforma también en filosofía, pero en una filosofía distinta y más potente».

Reconoce este profesor de filosofía que por su formación y profesión se le hace a veces inevitable fusionar poesía y filosofía, pero teniendo siempre claro que «la poesía es también, entre otras muchas cosas, una forma de plantear preguntas importantes, preguntas últimas, y además creo que es capaz de transformar el lenguaje para llevarle hasta sus límites, haciéndole decir y esconder, pero de tal forma que quizás no dice pero sí muestra, y eso tiene un efecto muy grande en quien está planteando esas preguntas, en quien está llamando a las respuestas».

En cualquier caso, defendió su idea de que «la poesía suele tener una buena parte de filosofía, y yo creo que hay muchos filósofos que son o que, en mi caso, intentamos ser poetas porque de alguna manera el lenguaje más lógico, más del logos, de conceptos, ahí se nos acaba, en el sentido de que no nos da para decir lo que queremos. Yes ahí donde entra la poesía porque es capaz de abrir campos para contar cosas diferentes, o las mismas cosas desde una diferente perspectiva... son las mismas cosas pero cobran otra luz». En esa tesitura de cambio para nada radical, añadió Sánchez, «me viene a la memoria el ejemplo de Levinas cuando hablaba de lo que se entiende por filosofía, que etimológicamente significa amor a la sabiduría, pero él daba la vuelta al concepto y decía que filosofía es la sabiduría que nace del amor».

Los temas fundamentales que aborda Serafín Sánchez en Estados son, resumió, «el reconocimiento del dolor, de la soledad, de la tristeza… pero al mismo tiempo y en esa medida está también el intento de plantear la necesidad de la esperanza; Estados es el inicio de una trilogía, hay otros dos libros después que son Edad distópica y Al final de la esperanza, y en los tres hay una lucha entre el sufrimiento, la tristeza y la esperanza, como estar ahí peleando en busca de esa tensión dialéctica esos sentimientos enfrentados».

El poemario, explicó su autor, «gira al final para adquirir el matiz de pensar poéticamente lo que estoy viendo que ocurre, que es en esencia que hay una distancia creciente entre nosotros, que cualquiera es sospechoso y que ha nacido una especie de desamor que nos está destruyendo»