Editorial

Márgenes de mejora en la oferta turística

DAV
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Desgranaba en su edición de este domingo Diario de Ávila el incremento en gasto turístico en la provincia de Ávila con los datos de 2022 ya cerrados. Hay que alegrarse, por un lado, de que el montante total de los turistas que recalaron en la provincia ya es ligeramente superior a 2019, antes del comienzo de la pandemia. En resumen, en 2019 el gasto ascendió a 205 millones de euros en la provincia abulense, en 2022, esta cifra ya alcanzó los 209 millones de euros. El empleo también creció, tímidamente, pero creció, aunque sin llegar al cuatro por ciento. La confluencia de estos datos indica que sigue siendo uno de los importantes recursos económicos a seguir cultivando, donde hay un nicho de empleo, eso sí, cada vez más exigente, y por lo tanto requiere más y mejor formación.

 Sin embargo, sí llaman la atención algunos detalles de esta coyuntura turística, como que el gasto en alojamientos turísticos aún esté un 27 por ciento por debajo de la cifra de 2019, cuando se facturaron algo más de 64 millones de euros. En 2022, esta cifra apenas llegó a 50 millones de euros. 

A pesar del aumento de oferta de plazas para alojamiento, la cifra de facturación está aún muy por debajo de los niveles prepandemia, y es bastante preocupante. A nivel de restauración, las cifras andan a la par (ligeramente a favor de 2022, cuando se facturaron 58 millones de euros, frente a los 55 de 2019). Sin embargo, donde la balanza encuentra el contrapeso definitivo del año pasado respecto a la época prepandemia está en el gasto en alimentación fuera de restaurantes, que en 2022 rozó los 32 millones de euros, frente a los 18,8 de gasto en 2019. 

Dicho todo esto, hay que ser honestos y reconocer que Ávila vuelve a recuperar su referente turístico, y si la próxima primavera y verano arrastran un clima amable, volverá a ser una buena temporada. Sin embargo, profundizando en los detalles, queda de manifiesto que hay margen de mejora en algunos aspectos, y que las políticas turísticas que se lleven a cabo deberán ser, por un lado, acordes a las demandas del visitante, pero también, y más en este sector, se pueden generar necesidades que permitan reforzar la oferta de la capital y de la provincia.

Y ya que siempre ha gustado en Ávila comparar el turismo con Segovia, cabe recordar que el gasto en restaurantes en la provincia vecina fue de 117 millones de euros (frente a los 58 en Ávila), que fuera de estos, este gasto fue de 65 millones (frente a los 31 de Ávila) –por lo tanto, todo es compatible–, que el gasto en cultura y ocio fue de 25 (frente a los 13 de Ávila), y en compras 32 (frente a los 6 de nuestra provincia) –ninguna sorpresa–. 

La lectura de todo esto no da lugar a la confusión. Las políticas turísticas han de cambiar, pero los negocios también han de plantearse cómo ser más competitivos y dar más respuesta a las posibles demandas de los turistas. Y entonces, Ávila será una verdadera provincia turística.