Las ayudas de emergencia superan las cifras previas a la covid

B.M
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Los servicios sociales básicos del Ayuntamiento de Ávila hacen una apuesta por la «calidad», que se refleja en el aumento de las frecuencias en ayuda a domicilio y también con más comidas y sus usuarios

Las ayudas de emergencia, a nivel más alto a la prepandemia - Foto: Isabel García

El Ayuntamiento de Ávila concedió durante el pasado año ayudas por estado de necesidad (que se conocen habitualmente como ayudas de emergencia) a 766 personas, con un presupuesto que se acercó a los 370.000 euros. Con estos datos, se ve que hay un importante aumento en la concesión de estas ayudas respecto al año anterior, entonces con 641, lo que supone casi un 20 por ciento más. Además se sigue en niveles más altos a los de la prepandemia (un siete por ciento más) aunque sí se deja atrás el fuerte repunte que hubo en 2020 por la crisis derivada de la covid-19.

Si se mira 2019, antes de la pandemia de la covid-19, los beneficiarios de estas ayudas fueron 713, todavía por debajo de los del pasado año. De forma general, se superan los 700 beneficiarios en los últimos años, con esa excepción de 2020 cuando se produjo un importante pico que hizo que las ayudas se acercaran a las 900.

Hay que tener en cuenta, y así lo recuerda el Ayuntamiento de Ávila, que las ayudas que desde el Consistorio abulense se proporcionan a familias en situación de vulnerabilidad por estados de necesidad incluyen las relacionadas con el pago de suministros energéticos. No es el único motivo para recibir estas ayudas puesto que lo que se analiza es la situación en la que se encuentra una persona o una familia pero el pago de recibos por suministros energéticos, especialmente en invierno, sí que suele ser significativo.

Ángela García, teniente de alcalde de Servicios Sociales, recuerda en que el pasado año se estuvo en un siete por ciento por encima de la prepandemia en cuanto a estas ayudas, lo que deja ver las necesidades de las personas «que siguen acudiendo a los servicios sociales», aunque se hayan bajado los datos del repunte de la pandemia. El volumen de las ayudas que se han dado son un «toque de atención» respecto «a que hay mucha gente con dificultades económicas» y que tienen que recurrir a este recurso para temas como el pago de alquileres o para recibir ayudas por el encarecimiento de la energía. Sí que han notado que este es un recurso que se ha utilizado más «desde que subió el precio de la energía» y no solo porque se ayude apagar un recibo determinado sino por la situación económica que hace que las familias necesiten ayudas para realizar pagos, al igual que sucede con el aumento del precio de los alimentos.

Si las ayudas de estados de necesidad aumentaron el pasado año (también el presupuesto, con unos 50.000 euros más), además es muy significativo el aumento que se produjo en el servicio de teleasistencia domiciliaria, con una subida de más de 55 por ciento. Según los datos proporcionados por el Ayuntamiento de la capital, en 2022 se registraron 653 usuarios de teleasistencia, lo que contrasta con los 420 que había un año antes. 

Es, con mucha diferencia, el número de usuarios más alto de los últimos años, ya que se ha venido produciendo un crecimiento exponencial, todavía más acusado en 2022. Si se echa la mirada atrás, en 2018 ni siquiera de llegaba a los 300 usuarios de este servicio, lo que quiere decir que no eran ni la mitad de los que hay ahora.

La teleasistencia es una de los tres servicios básicos de los que se pueden beneficiar las personas con dependencia, en muchos casos dirigidos para que personas mayores puedan continuar viviendo en sus hogares. La teleasistencia facilita recibir ayuda cuando se produce una emergencia, pero además se han producido muchos cambios porque antes solo eran unidades, por ejemplo para acudir por una caída, y ahora se dispone de varios dispositivos digitales «y aumenta mucho la calidad» de la atención. Además, hay que tener en cuenta que los mayores de 80 años la tienen de manera gratuita.

Precisamente este concepto de «calidad» es el que esgrime la teniente de alcalde de Servicios Sociales a la hora de hablar de otras dos opciones que son muy importantes en atención a la dependencia como el servicio de ayuda a domicilio, tradicionalmente muy demandado, y el de comedor a domicilio, que ha venido experimentando un crecimiento en los últimos años.

En el caso del servicio de comedor a domicilio, el pasado año se contabilizaron 280 usuarios, diez más que el año anterior. Esta no es una subida muy alta pero viene a consolidar lo que se había visto en los años de pandemia puesto que en 2019, el año antes de la covid, los usuarios estaban rozando los 200, lo que quiere decir que se experimenta desde entonces un aumento de cerca de un 41 por ciento. Sobre este aumento, ya durante la pandemia se explicó desde el Ayuntamiento que con motivo de esta crisis sanitaria mucha gente había perdido ciertas habilidades y decidió que era más cómodo recibir los alimentos en casa, especialmente para personas que viven solas. Parece que es una idea que se mantiene dado que los usuarios siguen creciendo.

Pero no se trata solo de subir usuarios porque «no solo se aumenta en cantidad sino en calidad», lo que hace que, por ejemplo, con solo diez usuarios más se aumenta el número de comidas en más de 10.000. En cuanto a los costes de este servicio, con 4,6 euros por cada comida y 68.930 comidas proporcionadas, asciende a casi 353.000 euros.

Respecto a la ayuda a domicilio hay un descenso de usuarios el pasado año quedándose en 714 frente a los casi 750 de 2021. Desde 2020 se está por encima de los 700 usuarios anuales de este servicio, que el pasado año supuso más de 119.000 horas. En este punto, Ángela García pone de relieve que lo que se ha hecho es «aumentar la frecuencia», es decir, las horas de servicio que recibe cada usuario aunque siga con el mismo grado de dependencia. Es por ello que, a pesar de ser menos usuarios, el número de horas de atención aumenta también en más de 10.000. Esto tiene un reflejo también en coste, el pasado año de dos millones de euros aumentando desde los 1,8 del año anterior.

En todo este contexto, la representante municipal insiste en que su objetivo es «aumentar la atención que se presta, velando mucho por la calidad», por lo que el presupuesto de Servicios Sociales en 2023 es de 7,3 millones de euros, con los «presupuestos más sociales de la historia del Ayuntamiento de Ávila». Todo porque no se quiere dejar «a nadie atrás en