Francisco Rodríguez, periodista de Diario de Ávila, protagonizó la cita de este martes del ciclo literario 'El Donoso escrutinio' con una charla en la que hizo «una especie de 'picoteo literario' con aquellos autores y obras que en algún momento de mi vida me han marcado, aderezado todo ello con algunas anécdotas que me han ocurrido relacionadas con la literatura».
Comenzó comentando que «si hay un autor que me ha impresionado ha sido san Juan de la Cruz», poeta abulense del que a las muchas ediciones y estudios que se han hecho de su obra informó Francisco Rodríguez que «hace unos meses se dio a conocer la traducción al euskera de sus obras completas», una tarea realizada por el carmelita Luis Baraiazarra, religioso que «encargó al cantautor Gontzal Mendivil que musicalizara trece de las obras del místico fontivereño traducidas al vasco».
Continuó el ponente destacando la valía de dos autores castellanos tan destacados como son el vallisoletano Miguel Delibes y el abulense José Jiménez Lozano, destacando del primero que «es uno de mis autores favoritos», al cual se acercó por primera vez a través de su novela La sombra del ciprés es alargada y con la cual, reconoció, «tengo una asignatura pendiente, ya que desde que lo leí creo que me ha pasado como a muchos abulenses: que hemos hecho el propósito de salir en una media noche de luna llena y con la ciudad cubierta por la nieve para verla desde el mirador de los Cuatro Postes, como lo hicieron los protagonistas de la novela, Pedro y Alfredo; hasta ahora no lo he conseguido, pero no pierdo la esperanza de hacerlo algún día».
De José Jiménez Lozano comentó que «es un autor que empecé a leer tarde» y del cual «tengo en mi mesilla de noche una de sus obras, un delicioso ensayo titulado Guía espiritual de Castilla con el que estoy disfrutando mucho».
'Azorín', siguió contando Francisco Rodríguez, es «otro de los autores que más me han marcado», y en su profesión de periodista «siempre me he dejado llevar por su estilo de escribir con sencillez, claridad y precisión», porque «es complicado, pero es muy efectivo para comunicar».
Continuó destacando la monumental novela La montaña mágica, de Thomas Mann, obra que «me sorprendió por su gran cantidad de personajes, de todos los cuales el autor alemán realiza un estudio psicológico», y El tercer ojo, de Lobsagma Rampa, «libro que revolucionó los años setenta, cuando Europa comenzaba a mirar a la filosofía oriental", y sobre el que se dio la anécdota de que «Rampa no era un monje tibetano como presumía, si no un británico y que jamás había pisado el Tíbet».
Recordó Francisco Rodríguez «con cierta nostalgia la obra del poeta bengalí R. Tagore, un autor muy especial para mí», y puso de relieve la excelente impresión que le dejó «la trilogía Alexandro sobre la vida de Alejandro Magno, del italiano Valerio Manfredi», para acabar su charla haciendo referencia a un poema de un autor andaluz, José Carlos de Luna, «que me lo aprendí cuando estudiaba EGB y que todavía lo recuerdo con mucho cariño, titulado El Piyayo».