SUS raíces se hunden en Casavieja pero lo cierto es que David Sánchez, nuestro protagonista de hoy, es un ciudadano del mundo.

Madrid, Londres, Valladolid y Chicago son algunos de los lugares en los que este químico ha vivido a lo largo de una vida que ahora disfruta al máximo en La Coruña.Allí, cuenta, se mudó por amor. Y allí pudo poner en marcha un súper original proyecto relacionado con la gastronomía y con el que ahora quiere, de alguna manera, regresar a casa, a Ávila.

Nos lo cuenta vía telefónica desde tierras gallegas, donde está al frente de Pencil &Fork (lápiz y tenedor), un espacio ideal para la celebración de eventos y en el que él organiza talleres en los que la gastronomía, los idiomas, el arte, el turismo y la música se dan la mano, siempre al abrigo de una mesa.

Pues bien, ahora David quiere desarrollar lo que él mismo ha bautizado como un «hermanamiento gastronómico a través de una tapa fusión». Y así, mediante esos pequeños bocados que normalmente acompañan la caña o el vino, unir tierras tan lejanas en la distancia como pueden ser La Coruña y Ávila.

La idea, nos dice, surgió hace no mucho, en un encuentro organizado en su espacio con periodistas y gentes del mundo del turismo. El taller se llamaba 'En la cocina con el chef'. «La idea era pasar un rato con un chef en la isla», se refiere al 'corazón' de Pencil&Fork, «conocerle y probar un menú degustación».

Pues bien, a lo largo de ese taller- ideado en un principio como 'gancho' para que el turista conozca La Coruña a través de su cocina- David recuerda que surgieron no pocas conversaciones relacionadas con lo mal que se vende España y su gastronomía. «Todavía hay muchas cosas que hacer para promocionar el producto», considera David en este sentido.

La paloma salmantina. Esas conversaciones, sumadas al éxito que, confiesa, tiene en su local las 'palomas' que sirve, le dieron la clave. «Yo tengo esa tapa salmantina como algo exclusivo y tiene un éxito tremendo», asegura David, que siente que, de esa manera, está 'vendiendo' Salamanca en Galicia.

Así que todo eso sumado le llevó a pensar en ese «gastrohermanamiento», la fusión de dos tierras lejanas a través de sus productos y chefs para, así, promocionar ambos destinos.

Un 'gastrohermanamiento' que quiere empezar, por supuesto, en Ávila.

La idea, nos cuenta, pasaría en un primer lugar por llevar a Galicia algunos chefs abulenses que pudieran aportar a los cocineros gallegos las claves de los productos abulenses y su elaboración. «Podríamos crear una tapa fusión Ávila-Galicia», se emociona ya David a la hora de hablar de su idea. «Y luego se haría al contrario: los chefs gallegos viajarían a Ávila para tener un encuentro similar», prosigue hablando sobre esa «búsqueda de sinergias y hermandad».

Para poder llevarlo a cabo, él estaría encantado de poder ceder su espacio. Y de viajar a Ávila cuando fuera necesario para dar forma a este sueño.

Un sueño en el que quiere implicar a todos aquellos que quieran hacerlo realidad. Sus cauces de comunicación están abiertos, nos dice. (www.pencilandfork.es y @pencilandfork_galicia, en Instagram). Y Mucha suerte, David.