"Desde que está yendo al centro ha mejorado muchísimo"

E.Carretero
-

Desde Afávila abogan por una intervención precoz y profesionalizada como la que esta asociación ofrece para ayudar a frenar el deterioro y mejorar el estado emocional de las personas con alzheimer

"Desde que está yendo al centro ha mejorado muchísimo"

Carmina tenía 71 años cuando llegó el diagnóstico a sus cambios de comportamiento y a sus pérdidas de memoria: alzheimer. «Fue muy duro», reconoce su hija, Carmen Arribas,  al recordar lo que supuso para su  madre enterarse de lo que le estaba pasando y también para la propia familia. Por eso, cuando los familiares de Carmina conocieron que en Ávila existía una asociación dedicada al alzheimer no dudaron en ponerse en contacto con ellos. «En Afávila nos ayudaron a afrontar mejor la enfermedad y también nos pusieron en contacto con otras familias de enfermos de alzheimer», apunta Carmen al hablar de una ayuda psicológica que, ella cree, resulta muy necesaria.    

Además de este apoyo a la familia, recuerda Carmen que desde hace tres años su madre acude también al Centro de Día de Afávila no solo porque este recurso supone un respiro para los cuidadores sino también porque aquí su madre está «distraída, acompañada y ocupada».

Luis Alonso también conoce bien los servicios que ofrece la Asociación de Familiares de Enfermos de Ávila a familiares y enfermos de alzheimer. Valeriano, su suegro, es otro de los usuarios del Centro de Día, al que acude desde el pasado mes de febrero. A él le diagnosticaron esta enfermedad hace tres años, un poco después de haber cumplido los 90. «Desde que está yendo al centro ha mejorado muchísimo», asegura Luis, que reconoce que al principio la familia fue algo reticente porque «mi suegro tiene un carácter muy fuerte y creíamos que no se iba a adaptar». Pero nada más lejos de la realidad, reconoce ahora su yerno que asegura que «los fines de semana Valeriano echa mucho de menos ir».

«Para él esta rutina es muy positiva, le levanta el ánimo y supone un estímulo en su día a día», asegura Luis al hablar de las cuatro horas que todas las mañanas su suegro pasa en el Centro de Día de Afávila donde, asegura, recibe «un trato exquisito y un cariño admirable» por parte del personal de esta asociación. Habla, por ejemplo, de Susana Martín, la psicóloga, o de Ana Isabel Díaz, la directora del Centro de Demencias, ambas firmes defensoras también de que tras un diagnóstico de alzheimer «cuanto antes se trabaje con estimulación física y cognitiva mejor va a estar el enfermo».

Y es que, apuntan desde Afávila, una intervención precoz «ayuda a frenar el deterioro y activa además a nivel emocional», lo que a la larga supone «calidad de vida» para el enfermo.  «Si las emociones son positivas la enfermedad va a ir más despacio porque el estado emocional es importantísimo», explica la psicóloga de Afávila antes de apuntar que la soledad y la inactividad hacia la que por las propias características de esta enfermedad tienden los enfermos contribuye a que la enfermedad vaya más deprisa. «Los enfermos de alzheimer tienen que salir de casa y estar con otras personas», apunta la directora de Afávila a la hora de explicar por qué los talleres de estimulación que Afávila ofrece a los enfermos tanto de fases iniciales como más avanzadas y el Centro de Día resultan recursos muy positivos para los enfermos, por cuanto esta actividad dirigida por profesionales ayuda a frenar el avance de la enfermedad, y, por otra, supone un respiro para la familia.

Todos los servicios que ofrece Afávila se ofrecen desde «una atención centrada en la persona», lo que implica, explica Susana Martín, que «se trabaja con ellos en función de sus gustos o intereses». «Lo que queremos es que se sientan cómodos, que perciban que éste es un sitio amigable», dice la psicóloga de Afávila al hablar de una atención en la que los propios usuarios «deciden y participan en su plan de vida».

ARCHIVADO EN: Alzheimer, Ávila