I Plan de Prevención del Suicidio de Hablemos y Diputación

I.Camarero Jiménez
-

En el convenio firmado este martes está también el Colegio de Psicólogos de Castilla y León, cuyo presidente, Jaime Gutiérrez abogó por crear un departamento de psicología en centros escolares

I Plan de Prevención del Suicidio de Hablemos y Diputación

Ha llegado el momento de hablar del suicidio, pero «haciéndolo bien», contando con instituciones, con la sociedad y con los profesionales, además de con los medios de comunicación. De ello, de dar pequeños pasos pero avanzando rápidamente se está encargando la joven asociación abulense Hablemos, presidida por Emi Caídas, quien ya ha contactado en el poco más de un año que lleva en funcionamiento, con no pocas administraciones e instituciones en las que está encontrando sin duda un apoyo que todos saben es «necesario»  y que además buscarán que sea eficaz. Es ahí donde se engloba el convenio firmado este martes por Hablemos, con la Diputación de Ávila, por cierto «pionera en la región» y con el Colegio de Psicólogos de Castilla yLeón. Un pacto que Caídas agradecía enormemente a la Diputación porque «la lucha codo con codo está llegando desde el minuto cero» y al colegio de psicólogos porque «no podemos hacer un buen trabajo en atención y prevención si no hay profesionales detrás». «No vale con una sola visita al psicólogo», es necesario para la prevención, la «atención y el seguimiento porque son vidas lo que están en juego».

En lo que respecta al convenio éste está dotado con 6.000 euros «que es lo de menos», aseguraba el presidente de la Diputación, Carlos García, porque lo que verdaderamente pesa en este pacto es el hecho de que viene de la mano del I Plan de Prevención de l Suicidio y ayuda a los supervivientes que se va a exportar, por así decirlo, a toda la provincia de Ávila. 

En Diputación han encontrado respuesta porque también sabe y así lo reconocía el presidente que «hablamos de un problema que viene de mucho tiempo atrás y del que hay que hablar porque hasta hace poco era tabú» y es donde se encuentran con su colaboración porque «las instituciones tienen la obligación de trabajar en ello» de manera conjunta y de la mano de quienes saben del tema. «Hoy no es día de estadísticas», decía «y sí de buscar soluciones», máxime cuando es un problema social que «debemos combatir entre todos»

De dar los detalles del I Plan al que aludíamos se encargaba  la responsable de Familia, Beatriz Díaz, quien reconocía que «queríamos ayudar a la asociación» porque el suicidio afecta no sólo a quien se suicida sino también a sus familiares y amigos. Así entendían que tienen que dar una «respuesta eficaz» que se va a materializar en tres líneas. ¿Cómo? Con un programa de charlas de visibilización y prevención que se va a llevar a todas las comarcas para «poder llegar al mayor número de personas»; formando a los profesionales, a los trabajadores sociales de la Diputación al igual que al personal de Familia y a quien determinen con recursos humanos porque todo ello se va a pulir con los profesionales y técnicos de la Diputación; y la tercera línea quiere llegar a niños y jóvenes de los colegios y para ello la intención es llegar a través de cómics y cuentos, ,con diferentes publicaciones  y un lenguaje entendible para llegar a cuantos más mejor.

Y es que ahí en la juventud y en la infancia hay que hacer especial hincapié, más por las últimas noticias que aparecen en los medios,  pues es a uno de los sectores de población que afecta en gran medida. Precisamente y preguntado por ello el presidente del Colegio de Psicólogos Castilla y León, Jaime Gutiérrez, abogaba claramente por crear en los centros educativos un departamento específico de psicología para abordar el asunto del suicidio sin etiquetar ni estigmatizar a nadie, pues no era partidario desde luego de lo que se está haciendo en la actualidad y que pasa por «tirar psicólogos en las clases en paracaídas» que vayan llamando a los alumnos. Y es que estimaba que la intervención debe ser «lineal y global en el tiempo». Además los departamentos de orientación «están desbordados».

Muy crítico se mostró Gutiérrez con los «datos oficiales» esos que hablan de 4.000 personas que se suicidan al año y que no se cree pues estima que «se duplican», además también se trata no sólo de quien se suicida, sino quien lo intenta y no lo consigue y la estela de dolor  que deja porque por cada persona que se suicida «quedan 130 afectados directos e indirectos».

«Para abordar el problema hay que conocer la dimensión del mismo y los datos oficiales que hay del Ministerio no son fiables».El suicidio «es más habitual de lo que parece», concluyó.