Una docena de niños acompañados por sus familiares han participado en el taller de refugios de insectos impartido en el Centro Medioambiental de San Nicolás, en donde Javier González, monitor de educación ambiental explicaba lo necesario de estas creaciones para el bienestar de los animales.
Este taller sirve como reflexión «de la importancia de la biodiversidad a través de la construcción de una caja para insectos que será instalada en un jardín» tal y como comenta González. Corresponde a la tercera actividad que se hace durante el verano, con anterioridad se ha llevado a cabo un taller de refugios para murciélago a finales del mes de julio y a principios de agosto, la construcción de cajas nido para vencejos.
Unas actividades que según señala Javier González, tienen gran acogida por parte de los abulenses ya que cuentan con plazas limitadas y una inscripción previa con las que se consigue la «concienciación y la educación ambiental sobre cualquier tipo de forma de vida» y de esta manera, dar a conocer todos los detalles que tienen que ver con las diversas especies para las que cada grupo realiza una labor.
Se trata de una iniciativa que pertenece al área de medio ambiente del Ayuntamiento de Ávila que gusta a los padres de los niños que acuden ya que consideran que es un entretenimiento de carácter tanto cultural, en el que te aportan la información necesaria, como de expresión práctica en la que se anima a los más pequeños a llevar a cabo sus propios trabajos. Una práctica que les permite conocer a los animales, así como utilizar las herramientas y los materiales, aportándoles valores como el respeto y el disfrute de la naturaleza.
Además de estos talleres, dentro de la programación para verano del Centro Medioambiental de San Nicolás, se ha impartido un curso de fotografía a cargo de Juan Parra, sobre el equipo y las técnicas y herramientas del naturalista. También se ha llevado a cabo una observación astronómica solar y una exposición sobre el cambio climático disponible durante todo el mes de julio.
Durante las sesiones, primero es el monitor de educación ambiental quien explica como se va a desarrollar el taller, presenta una copia de lo que tendrán que hacer los asistentes y muestra sus conocimientos acerca de las especies hacia las que va dirigida la composición. Además, aporta los materiales y explica su uso para que todos los asistentes sepan como deben proceder para realizar el taller. En esta ocasión han sido unos trozos de madera, tornillos y destornillador, los materiales que han tenido que usar los alumnos para construir el refugio para insectos al que luego han añadido diferentes materiales para hacer que estas construcciones cumplan su objetivo de servir de resguardo para las distintas funciones que realizan los insectos.