Qué mejor manera de arrancar el año que con uno de esos triunfos que, por encima de los tres puntos conseguidos, dejan un regusto y poso de satisfacción cuyo valor no se mide en números. ElReal Ávila se 'regaló' y regaló a los aficionados –fueron muchos los que se desplazaron a Salamanca– una de esas victorias que tanto gustan, de las que suman adeptos y hacen perdonar disgustos pasados. Un 'regalazo' en forma de victoria ante el Salamanca UDSy en un escenario tan mítico para el fútbol castellano y leonés como el Helmántico. Fue un triunfo en mayúsculas por el dónde, el cómo y el quién. Porque si el donde, el Helmántico, y el quien, el Salamanca UDS, obligaban a sacar lo mejor de uno mismo para llevarse algo en positivo, el cómo no fue menos importante. Y en un Helmántico convertido en un charco de ranas, donde por momentos sobrevoló la idea de suspender el partido por el mal estado del terreno de juego, el Real Ávila fue el más listo. En una tarde de oficio, de eficacia –«el que menos ha fallado se ha llevado los tres puntos» analizaba Rubiato tras el partido– en ambas áreas, se llevaron los tres puntos y agudizaron la crisis de un Salamanca UDSque desde hace semanas vive en el ojo del huracán.
La tormenta ya se llevó en el parón invernal a María Hernández y amenaza con arrasarlo todo. «Fiasco» lo califican algunos desde Salamanca. «Bochorno» dicen otros. No tiene margen ni tiempo de cortesía Jehu Chiapas para encarrilar un proyecto que en pretemporada ya se imaginaba cómodamente al frente de la locomotora del Grupo VIII de Tercera. Terminada la primera vuelta son la Arandina y el Astorga los que van al frente en dirección al campeonato y ascenso directo. Para encontrar al Salamanca UDShay que buscarlo en la quinta plaza, la última que otorga acceso a los playoffs.
Agudizó la crisis salmantina un Real Ávila que se ha convertido en estos momentos en el equipo con mejor dinámica del grupo. Cuatro victorias consecutivas, 12 puntos de los últimos 12 disputados. No es de extrañar la alegría encarnada, fuera y dentro de un vestuario donde ya le han encontrado sintonía a la temporada. De la Oreja de Van Gogh a Shakira, de 'La canción más bonita del mundo' al 'Waka waka'. Mejor disfrutar los triunfos, porque en el horizonte queda mucho y en el camino vienen curvas. Los siguientes, Astorga en La Eragudina y la Arandina en el Suárez. Los encarnados se sienten fuertes.