La presencia de alumnos de China en el campus abulense de la Universidad de Salamanca era algo habitual y que se quería incentivar. Sin embargo, la pandemia obligó a variar unos planes a los que no se va a renunciar, especialmente ahora que se abren las fronteras. Eso sí, más allá de casos puntuales, la mirada está puesta en el próximo curso y se espera seguir la evolución de las próximas semanas en cuanto al estado del covid en este país.
Reconoce el director de Cursos Internacionales de la USAL, José Miguel Sánchez Llorente, lo «importante» que es tener estos alumnos para el campus de Ávila pero también por lo que se está «trabajando» en recuperar su presencia. Para ello, necesitaban «que se abriesen las fronteras», lo que ya ha sucedido, pero hay que ser conscientes de los pasos que hay que dar, especialmente porque en este tiempo de pandemia se han mantenido los contactos on line pero saben que es necesario viajar y «el apretón de manos» para cerrar los acuerdos.
El representante de la USAL explica que ayer mismo había hablado con un socio en China pero todavía era «el primer día real de apertura» y hay que «ir viendo como van los casos». Lo que les trasmiten desde este país es la importante ola de casos de covid que están viviendo, lo que hace «que muchos servicios públicos estén cerrados, con mucha gente que se queda en casa, ya no porque sea obligatorio, sino porque están infectados». Incluso en los consulados hay este problema y no se está al cien por cien.
Es cierto, señala, que se han mantenido los contactos con las universidades y los socios pero quieren esperar dos o tres semanas a ver cómo avanza todo. Sí transmite cierto mensaje de tranquilidad señalando que puede ser peor lo que puede venir «de Estados Unidos que de China».
Para esa intensificación de los contactos, desde la universidad ya se está preparando «antes o después del verano» un viaje institucional para recuperar el mercado chino que es «importante tanto para Ávila como para Salamanca» y que es una «apuesta estratégica» para la propia universidad, entre otras cosas porque el español se igualó al ingles en la Selectividad China y esto suponía una «oportunidad muy grande para Ávila y Salamanca» puesto que se cuenta con un público que crecía. Pero la pandemia fue un «bofetón» y, si se quiere sostener ese valor para Ávila «hay que recuperar los alumnos chinos» y la universidad está trabajando en ello, sobre todo con las fronteras abiertas.
Hay que ser consciente, explica, de que «la llegada de alumnos extranjeros no reacciona de un día para otro» y se está luchando ahora para «septiembre o enero del año que viene». Todo «lleva un proceso» para «vender el programa y se tiene que mover por China» ya que hasta hace poco no se podía «ni ir a la universidad a vender el programa».
Por eso se trabaja especialmente con la mirada puesta en el próximo curso, con los cursos de español y alumnos de grado y máster que puedan venir. Quizá en el segundo semestre se pueda retomar con alguna gente «convencida hace seis o siete meses» pero el proceso es más a largo plazo, «no espontáneo», y hay que tener en cuenta que «la apertura nos sorprendió a todos», insiste.
Hace referencia a que estos últimos años se ha trabajado sin pode viajar cuanto antes se acudía dos o tres veces al año y es importante «cerrar los acuerdos allí, darse la mano». Esto es lo que se quiere hacer ahora, esa firma presencial para que «vengan alumnos en masa».