El alza del precio de la luz y los carburantes complica el verano

Agencias
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Las medidas adoptadas por el Gobierno parecen no ser suficientes para hacer frente al elevado coste de la electricidad y el combustible, con las vacaciones de agosto a la vuelta de la esquina

Los consumidores consiguen ‘salvar’ unos 11 euros al llenar un depósito gracias a la bonificación del Ejecutivo. - Foto: Europa Press

La crisis energética sigue pasando factura a los hogares españoles, a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno, en un verano marcado por los elevados precios de la electricidad, tres veces más cara que hace un año, y del combustible, con la Operación Salida de agosto a la vuelta de la esquina.

La semana pasada se cumplió un mes de la entrada en vigor del límite al precio del gas para la generación eléctrica, un mecanismo que ha aliviado en un 18,3% (unos 55 euros) los niveles del mercado mayorista de la electricidad o pool, que repercute en la tarifa regulada a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores.

Las tensiones geopolíticas derivadas de la invasión de Ucrania a finales de febrero se han apoderado de los mercados energéticos, ya volátiles desde el año pasado por el incremento descontrolado de la demanda tras meses de ralentización económica por la pandemia del coronavirus.

El temor a un corte de suministro de gas a Europa por parte de Rusia, del que sigue dependiendo un buen número de países de la Unión Europea, está llevando al límite a la cotización de las fuentes energéticas, especialmente después de producirse el cierre por mantenimiento del Nord Stream 1 (ya reabierto de manera parcial), que canaliza esta materia prima hacia Alemania. Un contexto que ha impulsado al alza el precio del gas natural.

A todo ello se han sumado estos últimos días unas condiciones climatológicas extremas, con una ola de calor intensa en toda España.

Este conjunto de elementos está provocando un aumento de la demanda eléctrica, satisfecha, en buena medida, por los ciclos combinados, tecnología más cara al utilizar gas para generar electricidad, ante el menor rendimiento de la eólica.

La situación recuerda a la vivida hace más o menos un mes, cuando la entrada en funcionamiento del tope al gas coincidió con una «tormenta perfecta» de alta demanda y baja producción renovable por la escasez de viento y la calima, como explicó la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

De acuerdo con los datos, el precio medio de la electricidad -que incluye la subasta y la compensación a pagar por los consumidores beneficiarios a las centrales que utilizan gas- entre el 15 de junio y el 15 de julio rondó los 245 euros/MWh. Se trata de los niveles más elevados de los últimos meses, pero más bajos que los 283,3 euros a los que se pagó de media el MWh en marzo, que acabó con la factura más cara de la Historia.

Sin el mecanismo, en vigor hasta el próximo 31 de mayo, la media en estos días habría sido de 299,88 euros/MWh, más próxima a la del resto de Europa, donde vecinos como Francia e Italia han tenido el pool por encima de los 400 euros/MWh en las últimas sesiones.

En comparación con 2021, el coste medio con el límite al gas ha estado cerca de triplicarse frente a los 88,4 euros que marcó entre el 15 de junio y el 15 de julio del ejercicio anterior.

Con la vista ya puesta en agosto, los conductores permanecen atentos a cómo evolucionan los precios de los carburantes, que en junio conquistaron máximos históricos -1,941 euros el litro de gasolina y 1,9 euros el de gasóleo- aún aplicando el descuento de 20 céntimos por litro prorrogado por el Gobierno.

No obstante, los últimos datos del Boletín Petrolero de la UE vienen a confirmar una ligera tendencia a la baja de estos combustibles que ya se lleva observando en las últimas semanas. Aún así, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina alcanza, a los precios actuales, los 103 euros, mientras que con gasóleo se sitúa en 100 euros, lo que supone pagar cerca de 22 euros más que a principios de 2022 si se usa el primer carburante, y 26 euros si se elige el segundo.

Con la bonificación del Ejecutivo, los consumidores se ahorran cerca de 11 euros al llenar un depósito de este tipo, con independencia del escogido.

Planes de ahorro

Ante los planes de la Unión Europea de potenciar su autonomía y reducir el consumo de combustibles rusos, muchos Estados ya han formulado sus propias recetas para ahorrar energía y reforzar sus niveles de almacenamiento de cara al próximo -e incierto- invierno.

Si bien España no es de los países que más dependen energéticamente de Moscú, el Gobierno ha avanzado que habrá que impulsar un aumento del teletrabajo, fomentar el transporte público y limitar los termostatos.