A «buen ritmo», y con el tiempo «respetando nuestro trabajo más de lo que pensábamos ante las malas previsiones», los pintores Diego Vallejo, Ana María García y Gema Molero iniciaron este lune por la mañana su proyecto de sumarse a la celebración del Día de la Mujer por el camino de homenajear a tres grandísimas pintoras españolas ya fallecidas, María Moreno, Isabel Quintanilla y Amaia Avia, plasmando sus retratos sobre el muro de hormigón que sostiene el colegio público Santo Tomás sobre la avenida de Juan Pablo II.
A las nueve de la mañana, pertrechados con ropa de «mucho abrigo» que finalmente «no fue necesaria», los dos pintores abulenses y la pintora madrileña se ponían manos a la obra, armados con brochas y rodillos para empezar a sentar la base de la triple obra que habían concebido como una unidad de contenido, para lo cual habían preparado unos quince kilos de pintura de los colores blanco y negro: la idea, explicaba Diego Vallejo, era pintar a las tres homenajeadas en las tonalidades que ofrece la rica gradación de grises, para así simbolizar que todas ellas han muerto.
Con muchos espectadores de su trabajo pasando junto a ellos, de todas las edades y no pocos interesándose especialmente por ese trabajo creativo, Diego Vallejo, Ana María García y Gema Molero fueron avanzando en su labor, primero trabajando más deprisa en la elaboración de las grandes líneas, y luego con más cuidado a la hora de ir recreando los detalles definitorios, los que marcan las verdaderas diferencias porque son las verdaderas señas de identidad de los creadores y donde más se juegan, para los cuales ya se ayudaron más de pértigas y escaleras.
en teórico diálogo. Su decisión de ubicar en un orden u otro sobre el lienzo que era el muro a las tres grandes pintoras homenajeadas, todas ellas relacionadas con Ávila por haber participado en la Cátedra Francisco de Goya que organizaba Fundación Ávila en el Palacio los Serrano, fue por la postura que tenían sus rostros en las fotografías elegidas como referente: María Moreno fue situada a la izquierda, Isabel Quintanilla en el centro y Amaia Avia a la derecha, de tal manera que quedaron en esa imagen unitaria «como si estuviesen dialogando entre ellas, no como retratos aislados, sin conexión», explicó Diego Vallejo.
Ayer, aprovechando esa relativa bonanza meteorológica («aunque hubiese habido mal tiempo hubiésemos trabajado de forma parecida, pero lógicamente se agradeció lo que tuvimos»), los tres jóvenes pintores avanzaron mucho en la ejecución de su pintura, con la idea de dejar para hoy por la mañana una tarea ya menor que permitiera que el conjunto de la pintura "pueda estar ya acabado a la hora de comer".
Esta original aportación abulense a la celebración del Día Internacional de la Mujer quedará allí por mucho tiempo, consiguiendo que el homenaje no se agote en el mismo día como ocurre con la mayoría de las manifestaciones de apoyo a la mujer que se desarrollan en esta jornada, y al lado de otras dos pinturas que hacen más vivo, menos inhumano, ese muro, las que esos mismos pintores ha realizado anteriormente: un pájaro y unas 'manos de Camarón'.