Oficios en bicicleta

P.R.
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El abulense Antonio Galindo presenta en el Museo de la Automoción de Salamanca, una interesante exposición sobre este modo de transporte, que se enmarca en un ambicioso proyecto denominado 'Revivir España, desde los años 30'

Antonio Galindo junto a alguna de sus bicicletas - Foto: F.J.R.

Una  más que interesante exposición se puede ver estos días en el Museo de la Automoción de Salamanca. Una muestra que además tiene una estrecha relación con Ávila. Esta relación no es otra que el promotor de la misma es un abulense Antonio Galindo, conocido en el mundo del deporte de Ávila porque no en vano fue jugador del Abula, equipo de baloncesto de la ciudad a finales de los años setenta y unos años después, ya en la década de los ochenta, jugador-entrenador del equipo de Arenas de San Pedro. Años después, ya como profesor del IES Venancio Blanco, de Salamanca, donde después ha desarrollado toda su vida profesional, desarrolló con sus alumnos una novedosa e interesante iniciativa educativa, cultural y etnográfica, que denominó 'Rehabilitación de Gejo de los Reyes y Recuperación de sus costumbres'. Esta novedosa iniciativa, que recibió varios premios educativos a nivel nacional, incentivaba la mutua participación escolar y vecinal, a través de la cual los vecinos del pueblo mostraban a los alumnos los trabajos que se han ido perdiendo en los pueblos y los propios alumnos adentraban a los vecinos en el mundo de las nuevas tecnologías. 

Esta iniciativa se desarrolló en la localidad de Guijo de los Reyes, en el municipio de Villaseco, comarca de la Tierra de Ledesma. En la actualidad Antonio Galindo se encuentra inmerso en un nuevo proyecto que ha denominado 'Revivir España, desde los años 30'. A través de una serie de aulas temáticas, ubicadas en diferentes casas reconstruidas por el mismo en la localidad salmantina de Guejo de los Reyes, se pretende mostrar como era la vida de nuestros antepasados a partir de los años 30 del siglo pasado. La exposición de las bicicletas, que se puede ver hasta finales del mes de febrero en el Museo de la Automoción de Salamanca, forma parte de este ambicioso proyecto. 

A través de esta exposición se muestra como eran distintos trabajos en esa España a partir de los años treinta. Aunque el no se considera un coleccionista de bicicletas. «Lo mío no es una afición en sí a la bicicleta.  No soy coleccionista. Soy recopilador de objetos y a través de ellos lo que intento es contar la historia de España desde los años treinta», señalaba a este periódico después de una vista que giramos a la exposición. Es cierto, como señala el propio Galindo, «la bicicleta es un medio de transporte que pone de manifiesto cómo se ganaba la vida la gente a partir de los años treinta. Vi que era muy interesante el resurgir de esa España de los años treinta y es el medio que tenía. Digo siempre que es un medio para transportar mercancía o como transporte de los trabajadores o para cualquier actividad. Creo que la exposición muestra como  era esa España de los años treinta a través de los distintos oficios y cómo se ganaba la vida la gente en diferentes oficios: ultramarinos, el afilador-paragüero, el bombero, el sereno, el heladero, panadero, agricultor, hojalatero-cencerrero, panadero, lechero, barquillero, , sereno, jefe de estación, guardia civil, primeros ciclistas… así hasta más de una treintena de oficios que son recogidos en esta sorprendente exposición, que se puede ver en un museo que merece la pena también visitar, el de la Historia de la Automoción de Salamanca. Sorprendente y didáctica y mejor si se tiene la oportunidad de participar en alguna de las visitas guiadas que el propio autor realiza y en las que también cuenta sus experiencias, que evidentemente mucho tienen que ver con Ávila, donde el pasó su infancia y parte de su juventud.

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