La ciudad italiana de Nápoles ha vivido este jueves un día histórico con el inicio de las labores de demolición de las llamadas Velas del barrio periférico de Scampia, unos edificios que se han convertido en símbolo de la mafia napolitana, la Camorra.

Retratadas en la famosa serie Gomorra -basada en la homónima novela del escritor Roberto Saviano-, las Velas de Scampia deben su nombre a la forma de su construcción y fue un proyecto arquitectónico diseñado por Franz Di Salvo en 1962 que pretendía hacer del barrio un símbolo de desarrollo, pero que se han acabado convirtiendo en un símbolo del tráfico de drogas, del crimen organizado y de la degradación y la pobreza.

El complejo inicialmente estaba formado por siete edificios, tres de ellos demolidos entre 1993 y 2005, y quedan en pie otros cuatro, de los cuales tres serán derribados y el cuarto será reformado para albergar oficinas en su interior.

Italia comienza a demoler las 'Velas' de Scampia - Foto: CIRO FUSCO

Por la mañana, dos excavadoras han comenzado a golpear el primero de los edificios que se tirarán, mientras que cientos de vecinos de los edificios colindantes aplaudían y otros muchos asistían al derrumbe histórico en silencio en la calle.

Las excavadoras demolerán 50.000 metros cúbicos de un área de 1.800 metros cuadrados durante los próximos 40 días, y lo harán despacio pero sin pausa, sin explosiones, retirando pieza por pieza y rociando al mismo tiempo con agua de forma constante para evitar generar una nube de polvo.

Lorenzo Liparulo, representante del Comité de las Velas de Scampia, ha declarado a los medios que ha sido "un día importante, alegre, que ha demostrado que Scampia no solo es Gomorra, sino vida, dignidad y ganas de mejorar".

Italia comienza a demoler las 'Velas' de Scampia - Foto: CIRO DE LUCA

El complejo pretendía inicialmente acoger tiendas y negocios y dar vivienda a 45.000 personas, pero tras el terremoto del 23 de noviembre de 1980 el número de vecinos se incrementó hasta los 100.000 y la zona fue ocupada de forma abusiva.
El distrito quedó abandonado y las familias comenzaron entonces a vivir en condiciones precarias, sin servicios, un panorama que aprovechó la mafia para fortalecerse y asfixiar a su gente.

El coste del proyecto de la demolición es de unos 18 millones de euros, pero serán necesarios 120 millones de euros para rehabilitar la zona, volver a levantar edificios que revitalicen el barrio y hasta una universidad.