Francisco I. Pérez de Pablo

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Francisco I. Pérez de Pablo


Fantasmas y apariciones electorales

01/02/2022

Algunos lo llaman el Karma –lo que se siembra se cosecha–, sin embargo, esa aparente casualidad entre los actos y las consecuencias puestos en un contexto como es esta convocatoria electoral regional se convierten en fantasmas que aparecen cuando menos se les espera y de los que se quiere escapar. Esto es lo que está sucediendo en la recién estrenada campaña electoral donde han irrumpido algunos acontecimientos –dos entre otros muchos– que van a influir en el voto que se deposite y que veremos si son o no decisivos –los fantasmas y los votos–.
Probablemente el director del Museo del Prado no pretendía irrumpir en la contienda electoral, pero su entrevista de hace algunas semanas, en un diario de tirada nacional, confirmando que no se abrirán subsedes de la pinacoteca (supone que Ávila no tendrá el tantas veces anunciado Prado Disperso), ha servido, además de un baño de realidad,  para ver aparecer nuevamente el espectro de ese alma errante en que sea convertido un proyecto que los abulenses han venido teniendo muy presente en cada cita electoral, no siendo una excepción la más inmediata. 
No hay ninguna formación que esté libre de pecado en este asunto, pero habiéndose comprometido el secretario de los socialista abulenses a recuperar la idea original de contar solo con obras del Prado, la confirmación de que eso no será así y de que el Gobierno Central –Ministro de Cultura– no va estar por la labor de enmendar al máximo responsable de las más de 8000 obras que guarda el Prado en sus almacenes, desvela que el verdadero fantasma del Museo del Prado, más allá de novelas contemporáneas, no vaga por el edificio Villanueva, sino que recorre noche y día las inacabadas salas del Palacio de los Águilas en Ávila y sale cada cierto tiempo de su Mansión para recordar a los candidatos y dirigentes que no pueden cogerle a pesar del intento de algunos de utilizar psicofonías para comunicarse con él o incluso recurrir a algún médium para hacerlo visible.
La bonanza climatológica de este invierno tampoco tenía intención de ser protagonista en estas elecciones autonómicas y lo va a ser. Si nada lo remedia y al margen de plegarias, el 13F en la Capital se va a votar con profunda preocupación por los altos índices que aventuran sequía. No me refiero a sequia electoral (diez formaciones compiten en esta circunscripción), sino a la sequía que seca el gaznate. 
La mera posibilidad, la mera recreación mental de volver a padecer sequía no dejará conciliar bien el sueño y supongo que a los dirigentes locales no solucionar esta primera necesidad también les debe dejar en vela, aunque no lo parece a tenor del grave error político del actual Regidor habiendo desestimado la solución técnica y financiera que se habían dado al unísono por las tres administraciones territoriales. En este 2022 debería haber estado en funcionamiento el proyecto Cogotas según el convenio firmado hace tres años –hoy papel mojado– que garantiza el suministro de agua ante una sequía.  
La aridez del terreno es patente y surge la larga sombra en la ciudad de no haber hecho lo que estaba proyectado debido a una unilateral decisión municipal camuflada bajo una absurda apariencia técnica de un equipo de gobierno instalado todavía en el pasado. Ávila sigue sin tener resuelto su gran problema del agua potable y salvo una filomena, que no se espera, y en cuya suerte confió demasiado el edil, el fantasma ha vuelto a aparecer y hacerse presente ante las urnas de febrero.  

ARCHIVADO EN: Museo del Prado, Ávila, Novela