Un joven destinaría el 41% de su sueldo a comprar vivienda

SPC
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La tasa de emancipación residencial de los menores de 30 años aumenta en el último año hasta el 16,9 por ciento, pero sigue siendo la quinta más baja de España

Una pareja de jóvenes mira el escaparate de una inmobiliaria. - Foto: Javier Pozo

El acceso a la vivienda sigue siendo uno de los principales problemas de los jóvenes de Castilla y León, de ahí que la tasa de emancipación residencial de las personas entre 16 y 29 años se situara, a finales del año pasado, en el 16,9 por ciento. Pese a que la tasa ha aumentado un punto y medio respecto al anterior informe del Consejo de la Juventud, el porcentaje de jóvenes que aún vive con sus padres en la Comunidad es el quinto más alto de España. Y es que el acceso a una casa está muy relacionado con la situación económica y el salario, hasta el punto de que un menor de 29 años debería destinar de media un 41 por ciento de su sueldo para comprar una vivienda libre, lo que aumenta hasta el 58,3 por ciento en el caso de un alquiler.

El Observatorio de Emancipación Juvenil, presidentado con motivo del Día Internacional de la Juventud, recoge que la compra de una vivienda libre para una persona joven en solitario resulta «inviable». No en vano, el pago de la hipoteca supondría el 41 por ciento de su sueldo, un porcentaje muy por encima del 30 por ciento que recomiendan las entidades financieras para determinar la viabilidad de un préstamo hipotecario. Solo sería posible, por muy poco, para los jóvenes entre 30 y 34 años que cumplirían su sueño de ser ‘propietarios’ poniendo el 30,4% de su salario.

En un ejercicio de imaginación, un joven debería cobrar 1.935 euros mensuales para poder comprar una vivienda sin destinar más de un 30 por ciento de sus ingresos, exactamente el doble del sueldo de los asalariados de menos de 34 años. Y es que financiando el 80 por ciento del precio, un joven debería pagar una entrada de 4,1 veces su salario, o sea unos 47.000 euros.

Opción preferente.

Ante este panorama, el Consejo de la Juventud asegura que el alquiler se mantiene como la opción mayoritaria para los jóvenes emancipados (58,8 por ciento), seguido por la compra de vivienda (17,3 por ciento estaría pagando un préstamo hipotecario y un 11,7 por ciento la tendría en propiedad) y, por último, el 12,2 por ciento vive en un piso cedido.

El informe, consultado por la Agencia Ical, incide que el esfuerzo económico que conllevaría sufragar el precio de la vivienda para una persona joven (entre 16 y 29 años) en solitario equivaldría al 90,7 por ciento de su salario neto en el caso del alquiler en el conjunto del país y que bajaría al 58,3 por ciento en Castilla y León. «La opción menos costosa para los jóvenes que desean independizarse es la de compartir el alquiler, que teóricamente podría costearse dedicando el 29,9 por ciento de su salario», subraya el trabajo.

El presidente del Consejo de la Juventud, Manuel Ramos, alertó que los jóvenes están constantemente «abocados» al riesgo de emanciparse y tener que regresar a casa de sus padres meses después, al comprobar que no pueden pagar las facturas, que no pueden usar la calefacción o cansados de viviendas en malas condiciones.

Ayudas inaccesibles.

Ramos declara que muchos programas y ayudas actuales a la compra o al alquiler de vivienda son, de facto, «inaccesibles» para menores de 30 años, ya que incluyen requisitos - como contratos fijos o cierta permanencia- que «se parece más a los sueños que perseguimos que a las realidades que vivimos». De esta manera, un 83,1% de jóvenes entre 16 y 29 años en Castilla y León sigue viviendo encasa con sus padres  frente al 34,3% de entre 30 y 34 años. La edad media de emancipación en España está en los 29 años.

Por sexo, la emancipación de las mujeres entre 16 y 29 años, 21,3 por ciento, es muy superior a la de los hombres, 12,7 por ciento.

El informe constata que los jóvenes castellanos y leoneses tienen una participación laboral ciertamente baja con aumento de los contratos temporales. De los que tenían empleo a finales de 2019, un 55,4% era temporal y en sectores donde la covid ha destruido mucho empleo, como la hostelería o el turismo.

Asimismo, el salario es menor a la media nacional. No en vano, el sueldo neto de un joven entre 16 y 34  años en Castilla y León es el séptimo más bajo de España, solo por detrás de Extremadura, Canarias, Murcia, Castilla-La Mancha, Andalucía y Valencia.

Menos pobres.

El dato más positivo es que Castilla y León es el segundo territorio con menor tasa de pobreza o exclusión social, una situación en la que está el 17,9 por ciento de los jóvenes entre 16 y 29 años y el 12,1 por ciento de los que tienen entre 30 y 34 años. Solo está por detras de Navarra.

Tras la irrupción de la covid-19, el Consejo de la Juventud explica que la crisis socioeconómica ha afectado negativamente al empleo juvenil. «Llueve sobre mojado», lamentan. Por ejemplo, explicaron que hay una alta incidencia de contratos temporales, aunque un 41 por ciento de la juventud que trabaja con contrato ha podido acogerse a un ERTE, pero con un «gran riesgo» de pérdida de sus empleos en cuanto esta protección acabe.