Los vecinos de la urbanización La Picota de La Adrada han convocado una manifestación contra el Ayuntamiento, y más en concreto contra su alcalde, Roberto Aparicio, tras cortar el Consistorio el suministro para iluminar esta zona residencial cuyas calles están sin recepcionar. Una manifestación contra la que el regidor muestra su desacuerdo, recordando que en los últimos meses ha mantenido «distintas reuniones de manera cordial y sosegada» con propietarios de esta urbanización para avanzar en la recepción definitiva de la misma y solucionar así diversos problemas, incluida la iluminación.
Recuerda Aparicio que cualquier actuación en dichas vías es responsabilidad exclusiva de la propiedad de dicho espacio o, en su defecto, de los titulares de las viviendas de las mismas y que si bien es cierto que durante algún tiempo «el Ayuntamiento, como gesto hacia los vecinos, se ha ocupado del suministro eléctrico para la iluminación de estos viales» desde hace unos meses esta situación se interrumpió por «motivos de seguridad» y tras comprobar la existencia de «una derivación de gran voltaje en una de las farolas» y determinar que este riesgo es «susceptible de aparecer en cualquiera de ellas».
«La solución a este problema es, evidentemente, arreglarlo», reconoce el alcalde en una carta enviada a los vecinos en la que insiste en que estos viales son privados y que el Ayuntamiento no puede intervenir económicamente en ellos.
Ante esta situación el alcalde pide a los vecinos que acuerden «iniciar un trámite de contribuciones especiales para regularizar la situación» y ceder esos viales de manera definitiva al Ayuntamiento que, dentro de lo posible, colaborará con estas obras «técnica, material e incluso económicamente» dentro de las posibilidades presupuestarias municipales.
De forma provisional y para que la urbanización recupere la iluminación pide el alcalde que que «una persona física, en representación de los titulares de las viviendas se responsabilice de cualquier accidente que allí suceda».