«Después de 9 años de profesional no me gustaría acabar así»

A.S.G.
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Diego Rubio sigue trabajando duro para recuperarse de una fractura abierta de cúbito y radio. El abulense reconoce que está siendo un 2022 muy complicado por las lesiones

Diego Rubio, en el Tour de Estonia. - Foto: BurgosBH

A buen ritmo para el médico, demasiado despacio para Diego Rubio. Así son las recuperaciones, dos puntos de vista diferentes aunque siempre con un mismo objetivo, que todo quede en las mejores condiciones posibles. Y en ello está DiegoRubio en una temporada tremendamente complicada para el ciclista de Navaluenga, que este año ha estado más tiempo practicando natación, obligado por los ejercicios de rehabilitación que lleva a cabo en la piscina, que sobre la bicicleta, lo que más le gusta pero que este año tanto se le resiste. Si primero fue una grave caída en la Challenge de Mallorca, en un inicio de temporada que le obligó a pasar por el quirófano con una rotura de la cabeza del fémur, a su vuelta a la competición –Tour de Estonia– de nuevo otra caída le provocaba una fractura abierta de cúbito y radio.De nuevo, a operarse. Demasiado para cualquiera, pero es a lo que debe enfrentarse este año Diego Rubio. Y en ello está.  

Precisamente esta semana tocaba revisión. Y de la misma, buenas y malas noticias. «Me dice que estoy mejor, que he ganado movilidad, pero debo seguir con la rehabilitación y el trabajo con el fisio». Tiene tarea por delante, porque no todo está como debería. «Tengo que ganar pronación, no puedo hacer el gesto de poner la palma hacia arriba y tengo que ganar grados». Por delante, otras cuatro semanas de margen hasta la próxima revisión.Y a partir de ahí, tocará valorar. «En el peor de los casos, si siguen los dolores o no he ganado la movilidad suficiente, habría que valorar qué hacer». Y es que la intervención a la que fue sometido de urgencia en Estonia no tuvo el mejor resultado posible. «Desde el principio vi que aquello no estaba bien». Pasó por no pocas manos para comprobarlo. Nadie fue capaz de ver nada hasta que un TACrealizado en Madrid le confirmó que la intervención quirúrgica no fue la correcta. Lo que él veía a simple vista, se lo terminaron confirmando tras mucho insistir.

«Dejaron el radio con un poco más de angulación.Al tener más angulación de la debida, se acorta.El cúbito queda un poco más largo y se luxa» explica el ciclista de Navaluenga, que confía en poder seguir mejorando. «La fractura está soldando bien y a partir de ahí veremos» pero de momento la realidad del ciclista de Navaluenga está lejos de la bicicleta. «No me dejan» resume de todo ello.

«El médico me dice que voy bien, que voy rápido... Pero para mi no lo está siendo» lamenta el abulense en un momento en el que su rutina diaria de entrenamiento sobre la bicicleta ha dejado paso a una realidad diaria de rehabilitación y los ejercicios en la piscina, el gimnasio... Inclusive ha aprovechado a recuperar el tiempo perdido en sus estudios, un Grado Superior de Nutrición  que comenzó a cursar en 2020.

Es un momento en el que tener mucha cabeza. «Indudablemente me encuentro mejor que al comienzo de todo esto.Estuve bastante mal. No es fácil, pero no puedo hacer más de lo que hago».Y es que el abulense lleva todo el año peleando contra la adversidad, mucho más en un año  en el que finaliza su contrato con el Burgos BH, una realidad en la que piensa.

«Se pasan muchas cosas por la cabeza, de todo. Es complicado, pero la realidad es que no me gustaría dejar la bicicleta de esta manera después de 9 años como profesional.Me gustaría ser yo el que decidiera cuando, pero al menos no acabar así, mal y después de un año en blanco» confiesa Diego Rubio. «Me gustaría seguir y hacerlo bien, pero reconozco que estoy en un momento en el que no depende sólo de mi». No ha sido un buen 2022, como no lo fue el cierre de un 2021 en el que una infección le llevó a bajar de la bicicleta en el tramo final de la Vuelta a España. «En lo que a mi depende, no me gustaría tener que dejarlo así».  Bien es cierto que desde su club le han transmitido tranquilidad y ánimo, pero no es menos cierto que a estos niveles los resultados mandan mucho. «No estoy en una posición en la que pueda negociar. He hablado con el equipo. Siempre me han dado tranquilidad. Llevo ya cinco años en el equipo, saben que en mi pueden confiar y hay una relación más allá de lo deportivo. Me gustaría seguir».