Después de dos años de parón, obligados por la pandemia, los niños saharahuis podrán volver a tener este verano unas 'Vacaciones en paz'.
Según confirma a Diario de Ávila Mohamed Labat, delegado del Pueblo Saharahui para Castilla y León, esta asoción podrá por fin retomar un programa que en su última edición logró traer a Castilla y León a 213 niños saharauis de los cuales, apenas cuatro, disfrutaron de sus vacaciones en Ávila.
Los responsables del programa quieren que la cifra de pequeños que viaje a nuestra tierra este año sea, al menos, igual a nivel regional. Pero para ello necesitan familias de acogida que estén dispuestas a tener en sus casas a uno de estos niños o niñas durante los meses de julio y agosto.
«Ahora que la situación está mejorando se puede retomar este programa solidario y humanitario», explica Labat, que además de solicitar la colaboración de las familias aprovecha para demandar la ayuda económica de las instituciones (como ayuntamientos, diputaciones y Junta de Castilla y León), con el fin de facilitar los desplazamientos hasta las provincias de la región de los niños.
Explica el delegado del Pueblo Saharaui que si bien otros años han acudido niños 'repetidores' de otros años, en esta ocasión se espera que todos los beneficiarios del programa lo sean por vez primera.
Se trata de niños nacidos en 2014 que buscan escapar de los rigores del verano en los campamentos de refugiados saharauis. «Hay que tener en cuenta que allí las temperaturas pueden alcanzar los 50 grados en verano», describe Labat lo extremo del clima en el desierto.
Así pues, el poder estar durante dos meses en un clima más agradable representa para estos niños el primero de los grandes beneficios del programa 'Vacaciones en paz'. Pero no es el único.
Durante su estancia en España, los niños saharauis también acuden a revisiones médicas, gracias a la cobertura que les ofrece la Seguridad Social.
Visitas al oculista, al dentista o al pediatra les ayudan a tener una más que necesaria 'puesta a punto' que, de no venir a España no tendrían en África.
Y a todo ello se suman otros factores, como el hecho de poder practicar el castellano, que ellos estudian en sus colegios. Y el poder vivir experiencias únicas para estos niños del desierto. «Allí es que no hay zonas verdes, no hay ríos, no hay jardines o piscinas», describe la situación el portavoz del PuebloSaharaui, que sabe bien que todas estas vivencias enriquecen en gran medida a los niños.
Aquellas familias que deseen participar en el programa pueden ponerse en contacto con la Delegación delPuebloSaharaui enCastilla y León a través del correo electrónico delegacionsaharacastillayleon@gmail. O en los teléfonos 636412319 y 631962282.