Estamos a pocas horas de decir adiós, con todas las fuerzas, a este año 2022, que, en sus últimos días nos ha dejado a varias mujeres asesinadas brutalmente por sus parejas o exparejas, en algunos casos en presencia de los hijos de las víctimas. Una violencia de género, que, desgraciadamente, va en aumento. 
Por muchas «ideas» que tenga el Ministerio de Igualdad, por muchas medidas de alejamiento que dicten los jueces y por muchas acciones que realicen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las policías locales de protección y seguimiento de aquellas mujeres víctimas de la violencia de género es bastante más complicado de atajar de lo que muchos piensan. 
Ninguno sabemos lo que ronda por la cabeza de los asesinos en algún momento y tampoco, creo que ni él mismo, cuando se le 'cruzarán los cables' para acabar con la vida de quien fue su pareja y, a veces, luego suicidarse -podía hacer esto solamente- destrozando el futuro de sus hijos, quienes ya quedan huérfanos para siempre. 
Un año 2022 en el que hemos sufrido, continuamos, la incesante subida en los precios de todo, pero especialmente en los alimentos. Productos que en pocos meses se han elevado más de un 15 por 100 lo que ha obligado a la mayoría a apretarnos varios agujeros el cinturón, para poder afrontar la compra daría, a la vez que para muchas familias esta subida les ha hecho acudir a las instituciones que puedan aportarles alimentos básicos pues, con la subida de la luz, el gas y otras varias cosas, llegar a fin de mes les es totalmente difícil.
Recordaremos el año que ahora acaba por la cruel invasión rusa de Ucrania, que ha obligado a la huida del país a mujeres, niños y personas mayores, está dejando miles de víctimas, grandísimos destrozos y, en esta época invernal, demasiados sufrimientos a los habitantes que han quedado en Ucrania y no tienen manera de hacer frente a las gélidas temperaturas que hay en el país, porque los misiles lanzados por el ejército de Putin han arrasado varias de las centrales energéticas.
Un 2022 que empezó con el final de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, donde la lava cubrió buena parte de esta enterrando terrenos de cultivo y muchas casas con todo lo que en ellas había y dejando a sus moradores al aire libre. Vecinos que continúan a la espera llegue la varias veces anunciada ayuda por parte del Gobierno Central. 
También están esperando estas ayudas los habitantes de la Sierra de Ávila, desolada por el enorme incendio del año pasado y los de otras varias de la provincia de Ávila –Cebreros, Hoyo de Pinares, El Arenal, Pedro Bernardo, Candeleda…– que vieron como las llamas arrasaron buena parte de sus términos este último verano. 
Un 2022 que ha sido el de la "vuelta a la normalidad" tras la pandemia del Covid19, aunque aún estemos obligados a utilizar la mascarilla en los transportes públicos y centros sanitarios. Una normalidad rara, pues la atención médica sigue dejando mucho que desear debido a los continuos recortes que -por mucho digan no es así- sigue haciendo la Junta de Castilla y León en perjuicio de los ciudadanos. No pongan la excusa de que ocurre en todas las Comunidades. Es el acudir al refrán de «mal de muchos, consuelo de tontos». Y eso no lo queremos, como tampoco que continue demorándose la Radioterapia en Ávila y no se haga algo por mejorar los Centros de Salud de la capital y levantar el tan ansiado de la zona de Las Hervencias, que, por «cabezonería política» y porque lo propone el partido de la oposición, no se construye. 
Despedimos a 2022 con la persistente crisis política a nivel nacional por los continuos enfrentamientos entre el Gobierno de coalición de Sánchez, interesado más en dar gusto a los separatistas, así como la inacción de los populares después de echar a Pablo Casado y recibir al 'salvador' Núñez Feijó, quien, hasta ahora, solo ha demostrado lo que dicen de él los gallegos «ni una mala palabra, ni una buena acción». En la provincia los choques políticos han estado igualmente a la orden del día, especialmente en el Ayuntamiento, donde la oposición popular ve muy mal todo lo que se hace. Piensan que solo ellos saben, pueden y deben gobernar.
Meses en los que se nos han ido bastantes abulenses, la Reina de Inglaterra y el futbolista Pelé y estamos pendientes de la delicada salud del Papa Emérito Benedicto XVI.
Hubo cosas buenas, pocas, Por todo esto con la voz muy alta decimos 'Adiós, 2022'.