Diputación aprueba su presupuesto, con no de PSOE y Por Ávila

B.M
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El equipo de gobierno (PP y Cs) consigue los apoyos de los siete diputados no adscritos y saca adelante unas cuentas de más de 80 millones de euros «inversoras, expansivas, sociales, valientes y consecuentes», dijo el presidente de la institución

Diputación aprueba su presupuesto, con no de PSOE y Por Ávila

El presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, definió el presupuesto en esta institución para el próximo año como «inversor, expansivo, social, valiente y consecuente», y con esas características salió adelante con el apoyo de 20 de los 25 diputados. Fue gracias a los votos del equipo de gobierno (Partido Popular y Ciudadanos) más los siete diputados no adscritos. En contra, los cinco votos de PSOE y Por Ávila.

Pasado este trámite se cuenta con el apoyo suficiente para poner en marcha unas cuentas que son las más elevadas en la historia de la institución provincial y que tendrán un total de 80.286.426 euros.

Son también las últimas cuentas de la legislatura por lo que las próximas elecciones, las municipales del mes de mayo, también planearon por la sede de la institución provincial y en el debate del pleno extraordinario de presupuestos. Quizá por cierto sabor a despedida. 

Fue el propio presidente quien se encargó de comentar el contenido del proyecto presupuestario, «el último del mandato» y hacer un pequeño balance de los últimos años con la base de la responsbilidad de «mejorar la vida de los abulenses que viven en los 247 municipios de la provincia».

Habló de esos 80 millones de euros, que en realidad superan los 83 millones si se tienen en cuenta los organismos autónomos. El presupuesto crece en más de siete millones y tiene entre sus objetivos ahondar en el compromiso rural, profundizar en la protección de los colectivos más vulnerables, seguir con el compromiso con las agrupaciones de bomberos voluntarios o Protección Civil e invertir en agroalimentación, en el ciclo del agua, en los consorcios de gestión de residuos o en turismo. También reforzar la investigación (a través de la Institución Gran Duque de Alba) o seguir con convenios.  Todo ello sin olvidar fijar la inversión en los pueblos y en la industria.

En el contenido de los presupuestos se refirió a que la Diputación alcanza una inversión de 300 euros por habitante. En esa intención de ahondar en el compromiso rural se encuadran casi 33 millones de euros, y en cuanto en profundizar en los colectivos más vulnerables, se traduce en una inversión en servicios sociales que supone el 28 por ciento del gasto de la institución, subiendo un doce por ciento respecto a 2022. Destacó el compromiso con la ayuda a domicilio, que también crece.

Habló también de la inversión en los parques comarcales de bomberos (5,7 millones de euros) y para la adquisición de vehículos para extinción de incendios (1,6 millones). Se mantiene también el programa Crecemos, que llega a 38 ayuntamientos, y el compromiso con las asociaciones del tercer sector.

Se sigue apostando por Ávila Auténtica, el sector Primario, Tracción Ávila o, en cuanto a Turismo, la presencia en «las mejores ferias», o el proyecto de Stellarium, aunque esa consignación no esté en el presupuesto. Se fija la inversión en «la columna vertebral de los ayuntamientos», dijo el presidente de la institución provincial, que se refirió  partidas específicas como Plan  Extraordinario, el Plan de Empleo o la bonificación en la OAR, con algo más de 11,5 millones de euros.

Como conclusión, tras desgranar las diferentes partidas, destacó que son cuentas inversoras, porque recogen las necesidades de los municipios; expansivas, porque frente a las crisis se apuesta por destinar recursos a la provincia, y sociales, porque protegen a los más vulnerables y fomentan el empleo.

el debate. Tras la exposición de Carlos García llegó el momento del debate de las cuentas, que inició el único diputado de Ciudadanos, que mantiene un acuerdo de gobierno con el PP. Pedro Cabrero, vicepresidente de esta institución, aseguró que se trata de unos presupuestos «buenos, realistas y ajustados a las necesidades de los municipios». En ellos, afirmó, se mantienen los compromisos que se adquirieron en el acuerdo de gobernabilidad entre ambos partidos

Son presupuestos «crecientes» y «consecuentes» con las circunstancias en las que estamos, aumentando la inversión por habitante, dijo, y como «resultado de la buena gestión del equipo de gobierno». Destacó especialmente el apoyo a los municipios, el carácter social, la consolidación de inversiones, la apuesta por la modernidad, la inyección económica a los ayuntamientos o el respaldo a los empresarios rurales, hablando de proyectos como los parques comarcales o las infraestructuras hidráulicas.

Alberto Encinar, dentro del grupo de diputados no adscritos (antes fue diputado de Por Ávila) fue muy claro desde el principio de su intervención al decir que no encontró «ninguna razón para no votar a favor». Se refirió a inversiones necesarias y destacó la importancia de las subvenciones que llegan a los municipios a través de la Diputación.

Habló de un presupuesto «bien hecho desde el punto de vista técnico» y puso el énfasis en que cualquier persona que puedan ocupar un cargo de responsabilidad en la Diputación (ya pensando en las próximas elecciones de mayo) podrá ejecutar el presupuesto sin problema. Por todo ello dejó su voto a favor.

En representación de los otros cinco diputados no adscritos (en su momento del PSOE), Pedro Muñoz destacó que es un presupuesto que culmina un mandato de cuatro años, con unas cuentas que «tienen la virtud de mantener un fuerte arraigo social». El proyecto de presupuestos para 2023 creen que es «bueno» porque mantiene la asignación de recursos a través de dos ejes, cumplir los compromisos de lo comprometido dentro «del campo de lo razonable», y atender a situaciones excepcionales que se han producido, como se ve en las cuentas anteriores.

De estos presupuestos se han sentido «corresponsables», por ello se sienten «reconfortados y representados» y dan su sí porque no son «unos sectarios políticos». Además, reafirmó, en los presupuestos se cumplen anhelos históricos como es el caso de los parques comarcales de extinción de incendios o se cumplen previsiones en marcadas en el Plan Extraordinario de Inversiones. Puso especial énfasis en la capacidad de respuesta ante la crisis sanitaria y la culminación de la reducción de la temporalidad en los empleados públicos.

En representación de los dos diputados del PSOE, María de los Ángeles García Salcedo, dio el primer no de la sesión. Para ello habló de que lamentan que ninguna de sus enmiendas «haya tenido cabida». Y ello a pesar, dijo, de que eran «enmiendas ajustadas a la situación que vivimos», por ejemplo con las dificultades de los municipios para asumir servicios ante el coste de la energía. También habló de sus propuestas respecto al tratamiento de residuos, la lucha contra la despoblación o en el sector agroalimentario. Sus enmiendas, explicó, pretendían regenerar las cuentas públicas y contribuir a mejorar la situación de todos los municipios de la provincia, pero faltó «voluntad política».

Por parte de Por Ávila, Carlos Jiménez anunció el no de estos tres diputados y criticó al equipo de gobierno por su «dejadez, pasotismo y falta de respeto» respecto a sus propuestas, a pesar de que eran, dijo «inversoras». Presentaron 26 enmiendas con un coste de más de siete millones de euros y criticó que solo se aprobara de todas la publicación de un libro de Mombeltrán. «Gracias, pero no es suficiente», aseguró.

Sus críticas también pasaron porque se les había dado tarde la información de los presupuestos.

En este debate, que se alargó poco más de una hora, sí que hubo algún mensaje con crítica lanzado entre los diputados del PSOE y los que ya no forman parte de esta formación, así como entre el presidente de la Diputación y el portavoz de Por Ávila que se echaron en cara la falta de apoyo a los parques comarcales de bomberos en determinados momentos. No faltaron tampoco las referencias, para bien o para mal, al Gobierno de España.