Las cifras de siniestralidad laboral en Ávila experimentaron un descenso del 18 por ciento en los primeros siete meses de este año respecto al mismo periodo de 2019, debido en gran medida al inicio a mediados de marzo del estado de alarma como consecuencia de la pandemia de la covid-19 que paralizó toda la actividad económica. Según los datos oficiales de la Junta de Castilla yLeón, fueron 658 los accidentes con baja registrados de enero a julio y hubo que lamentar dos fallecimientos, a los que se sumaron diez accidentes graves y 646 leves.
De esos 658 accidentes laborales, 610 se produjeron en el lugar de trabajo (un 18,01 por ciento menos), mientras que 48 fueron in itinere, un 18,64 por ciento menos que el año anterior cuando fueron 59 en tránsito debido en gran medida al confinamiento social de la segunda quincena de marzo. A ellos se sumaron seis casos de enfermedad profesional (en 2019 fueron 744 en actividades y 59 in itinere, más 14 casos de enfermedad profesional, ocho más que este año).
El sector que, una vez más, mantuvo los niveles de siniestralidad más elevados durante esos siete meses fue el de servicios, que además fue el que más empleo siguió generando en la provincia, con 309 accidentes y tres casos de enfermedad profesional, mientras que otros 138 se produjeron en la industria, con tres casos de enfermedad profesional; 94 en la construcción y 69 en el sector agrario. Y fue también el sector servicios el que porcentualmente más disminuyó sus cifras en lo que a siniestralidad laboral se refiere en términos interanuales, con un descenso del 25 por ciento, seguido de la construcción, con una caída del 15,32 por ciento, y la industria, con un 11,54 por ciento menos, mientras que el sector agrario fue el único que registró un incremento interanual de los accidentes laborales, con un 6,15 por ciento más.
En cuanto a su gravedad, como apuntábamos, se contabilizaron dos accidentes mortales durante esos siete primeros meses, uno en el sector agrario y otro en el industrial (en 2019 hubo cuatro en ese periodo, uno en la construcción y tres en los servicios), y a ellos se sumaron diez graves (cuatro de ellos en el sector agrario, dos en la construcción y cuatro en los servicios), y 646 leves, de ellos 305 en los servicios, 137 en la industria, 92 en la construcción y 64 en el sector agrario, además de 48 in itinere.
Pero además de los ya apuntados 658 accidentes laborales con baja, en la provincia de Ávila también se registraron en esos siete primeros meses del año otros 694 que no requirieron baja y cinco enfermedades profesionales también sin baja, por lo que el número total de accidentes contabilizados durante ese periodo se elevó a 1.352, lo que supuso un descenso del 23,18 por ciento respecto a 2019 cuando se registraron 1.760.