De Ávila a Guadalupe por el Camino de los Pastores

E.C.B
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Esta ruta de peregrinación, que coincide con la Cañada Leonesa Occidental hasta conectar con el Camino Real que arranca en Madrid, forma parte de un proyecto de puesta en valor de todos los caminos que conducen a Guadalupe

De Ávila a Guadalupe por el Camino de los Pastores - Foto: Isabel García

Los caminos que discurren por tierras abulenses, a través de las Cañadas Leonesas Occidental y Oriental, para unirse en Puente del Arzobispo al Camino Real que parte de Madrid y que tiene como destino Guadalupe, forman parte de un proyecto a través del cual se quieren poner en valor todas esas rutas de peregrinación que tuvieron gran protagonismo entre los siglos XV y XVI y que todavía hoy conservan importantes vestigios del pasado como iglesias, ermitas, hospitales o castillos.

No hay que olvidar que ese Camino Real a Guadalupe es el segundo camino histórico de peregrinación de España, después del Camino de Santiago, cuya asociación de amigos en Ávila colaboró este viernes en su presentación en un acto celebrado en el Episcopio, en el que tuvo lugar una interesante mesa redonda con la participación del teniente de alcalde José Ramón Budiño; el alcalde de Mombeltrán, Francisco Hernández de la Cruz; Miguel Méndez-Cabeza, autor de 'Los Caminos de Guadalupe y su Real Monasterio' y Luis Dionisio Dégano, autor de 'El pícaro del Camino Real de Guadalupe'.

Méndez-Cabeza explicó que estos años atrás ha sido el Camino Real a Guadalupe el más potenciado, pues «había sido transitado por prelados, literatos e incluso por el rey Felipe II, y en él quedan todavía hospitales, fuentes y refugios».

Ahora, la idea es potenciar el resto de caminos que se dirigen a Guadalupe, entre ellos los dos que discurren por la provincia de Ávila y que «coinciden con las dos cañadas trashumantes, la Leonesa Occidental, que se coge en Mengamuñoz (el 'Camino de los Pastores'), y la Oriental, que va por El Tiemblo, los Toros de Guisando e Higuera de las Dueñas», comentó Miguel Méndez-Cabeza, quien recordó que «en medio de estos dos ejes está Ávila».

 

Presentación del libro. Este camino de peregrinación es precisamente el escenario del libro 'El pícaro del Camino Real de Guadalupe', del abulense Luis Dionisio Dégano, que al estilo de aquellas novelas de viajes escritas por autores de las Generaciones del 98 y del 27, trata de rescatar también del olvido un camino peregrino ambientado en una época histórica, en este caso en la de Felipe II, allá por el año 1581.   

Todo camino transforma, de una forma u otra, y esto es lo que les ocurre a los personajes de esta novela, Juanillo, hijo de una prostituta que ya había fallecido, y José, un soldado cojo de los Tercios viejos de Flandes, que se conocen en Madrid y que a lo largo de ese viaje hacia  la Puebla de Guadalupe van modificando su manera de ser, de comportarse y de pensar, influenciados por el camino, que se convierte en toda una aventura en la cual las historias y sucesos que al paso les salen, en todos y cada uno de los lugares por los que transitan, solo pueden ser defendidos usando la incondicional camaradería, ingenio, picaresca, tesón, esfuerzo y saber dar sopas con honda cuando la ocasión se torcía.