El «contacto cercano» con el agricultor reduce los robos

P. Velasco
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El número de sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas de Castilla y León ha pasado de las 1.800 registradas hace nueve años a las 664 de 2021

Varios agentes de la Guardia Civil inspeccionan una finca agrícola donde se han registrado robos de material de riego. - Foto: Rubén Serrallé

Más comunicación con los agricultores y ganaderos, más investigación y mapas de riesgo de cada una de las demarcaciones han permitido consolidar la implantación de los equipos Roca en la Comunidad y que los delitos denunciados hayan descendido un 63 por ciento entre 2013 y 2021. Desde la puesta en marcha el 1 de octubre de 2013 de estos efectivos especializados de la Guardia Civil, que se dedican en exclusiva a investigar las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas, el descenso del número de hechos denunciados ha sido progresivo, pasando de los 1.800 registrados en 2013 a los 664 del año pasado. Cuando se creó este equipo especial se trataba de una actividad delictiva al alza, que ha pasado a convertirse en Castilla y León en «un problema contenido».

En la actualidad existen en la Comunidad once equipos Roca que se distribuyen por las nueve provincias, aunque en el caso de Valladolid y Segovia trabajan dos en cada una de ellas, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno. Las plantillas de cada uno de los operativos suele oscilar entre cuatro y siete agentes, personal con conocimientos en la investigación de hechos delictivos relacionados con explotaciones agrícolas y ganaderas, y que «normalmente están vinculados a su zona de actuación provincial en clara referencia al medio rural».

Estos agentes especializados realizan labores preventivas y de «exigente presencia» en el diseño de la problemática contra las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas. «En la actualidad es importante acometer los cambios en la conducta del delincuente, y se ha acrecentado la necesidad de realizar estudios pormenorizados y mapas de riesgo en cada demarcación», aseguran las mismas fuentes, que además destacan que se han incrementado las entrevistas con los colectivos agrarios para definir medidas que mejoren la seguridad.

Precisamente ese «contacto cercano» con todos los agentes implicados en las explotaciones del medio rural ha permitido a estos equipos conocer de primera mano los problemas delictivos que se presentan en las fincas y, además de su labor preventiva y disuasoria, «obtienen mucha información por una denotada labor de investigación».
objetivos. La creación de estos operativos no finaliza con la función policial de prevenir e investigar los hechos delictivos relacionados con los sectores agrícolas y ganaderos, sino que es habitual que se investiguen otras conductas relacionadas, como son los robos y hurtos de gasoil agrícola, baterías de maquinaria, cable de cobre de instalaciones, herramientas, tuberías de canalización, así como sistemas de riego o maquinaria pesada.

Los objetivos de robo suele ser gasoil, herramientas, cualquier elemento que pueda ser vendido para chatarra, productos de los cultivos, frutas, etc… Si el robo se centra en maquinaria agrícola, motores o cables de cobre también intervienen en ocasiones grupos organizados, como señalan desde la Delegación del Gobierno. Respecto a las provincias con un mayor número de delitos denunciados, Salamanca, Valladolid y Zamora se sitúan en los primeros puestos, aunque a nivel regional las infracciones penales sobre las actividades agrícolas y ganaderas descendieron el año pasado con respecto a 2020.