El 30 de junio del año 2002 el Real Ávila conseguía el que hasta ahora es el último ascenso a la Segunda División B, lo que hoy sería la Primera RFEF. Veinte años han pasado desde que en aquella fase de ascenso el equipo abulense dominara con claridad el grupo en el que estaban también el Alondras gallego, el Siero asturiano y el Móstoles madrileño, y lograra subir a la tercera categoría del fútbol español.
Estos jugadores, entrenados en la primera parte de la temporada por Fernando Calderón y en la segunda por Luis Miguel Martín del Río después de que una enfermedad del primero le obligara a tener que dejar de entrenar ese año, se proclamaron primero campeones del grupoVIII de Tercera División, para luego conseguir 13 de los 18 puntos en juego (4 victoria, 1 empate y 1 derrota) en los seis partidos que compusieron una fase de ascenso para la historia del fútbol de Ávila.
Para recordar estos y otros momentos de esa temporada, y después de varios intentos, un grupo de jugadores de aquella plantilla logró por fin volver a reunirse recientemente.
Jugadores que acudieron a la reunión, de izquierda a derecha en la dos filas de arriba, Dani, Félix, Recio, Anel, Ríos, Roberto Grande, Edu, Ruiz Pérez y Chiqui. Los cuatro de abajo, Gonzalo, Lozano, Aroca y FidelDesde el año 2017, cuando uno de los componentes de esta plantilla, el portero abulense Félix, creó un grupo de WhatsApp, varios fueron los intentos de volver a juntarse, pero diferentes cuestiones personales, laborales y con la pandemia de por medio, retrasaron el encuentro que finalmente tuvo lugar el pasado viernes en un restaurante madrileño. Ese retraso permitió celebrar una fecha redonda, el 20 aniversario, de que este grupo de futbolistas lograra el ascenso a Segunda División B.
En esa cita de finales de la pasada semana pudieron aacudir buena parte de los 19 que integran ese grupo de WhatsApp. Allí estuvieron Dani, Félix, Recio, Anel, Ríos, Roberto Grande, Edu, Ruiz Pérez, Chiqui, Gonzalo, Lozano, Aroca y Fidel. Estuvieron ausentes Bibi, Félix, Laosa, Mario, Javi y Víctor.
Anécdotas, recuerdos y buen ambiente presidieron ese bonito reencuentro de antiguos compañeros que mantienen cierto contacto pero que no habían podido volver a verse en grupo hasta ese día del que salió el compromiso de repetir este tipo de reuniones con más asiduidad.