El proyecto 'Transformación digital: Ávila en Tapas', que se llevó a cabo desde el instituto Alonso de Madrigal, logró el segundo puesto en la categoría de Formación Profesional en los Premios Nacionales a Experiencias Educativas Inspiradoras para el Aprendizaje organizado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional de la convocatoria 2022.

El proyecto galardonado fue desarrollado por los alumnos del instituto Alonso de Madrigal del ciclo formativo Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma y supuso que la aplicación desarrollada se convirtiera en la oficial del evento. Este proyecto consistió en digitalizar el evento 'Ávila en Tapas' pasando de un modelo analógico a uno digital con el objetivo de poder mejorar el producto con recursos digitales. Una aplicación móvil, web o analíticas  fueron algunas de las características que se contemplaron en la transformación del producto con un resultado final que tuvo un impacto directo en el evento de 'Ávila en Tapas' celebrado este año.

El profesor que llevó a cabo esta experiencia educativa fue José María Pérez Ramos, que asegura que «la idea de surgió como una propuesta de solución para ayudar a la hostelería local tras dos años malos por las restricciones de la pandemia. Nuestro objetivo era mejorar un producto tan relacionado con la hostelería como es 'Ávila en Tapas' para atraer a más personas y turistas de alrededores. Todo esto desde el aula y con los alumnos». «Las métricas obtenidas fueron espectaculares y superaron con creces a las de ediciones anteriores. El premio a la tapa popular lo ganó un establecimiento situado en el polígono, lejos del centro, un premio votado por las personas que se desplazaron hasta allí. Esto para nosotros fue una evidencia de que una de las herramientas que desarrollamos, la aplicación móvil, había funcionado», asegura, señalando que fue 'boca a boca' en su modalidad digital.

 Desde el principio se tenía claro que la metodología a seguir en el aula debía ser la que se aplica en un entorno laboral dedicado al desarrollo del software. Sería con «una metodología ágil que me permitiera evaluar semana a semana mi trabajo y el de los alumnos para detectar errores los antes posible y subsanarlos a la siguiente semana. Cometimos muchos errores y aprendimos de ellos».

Gracias al proyecto, el aula se convirtió en un espacio de debate donde se proponían mejoras, se estudiaba su viabilidad y si era posible, se desarrollaba, sin olvidar que los alumnos tenían que aprender cómo desarrollar un producto digital y «cada alumno aprendía a su ritmo». La experiencia educativa se completó cuando el Ayuntamiento de Ávila decidió que la aplicación móvil desarrollada por los alumnos fuera la aplicación oficial del evento y se pudo validar todas las premisas hechas durante el curso.