Hablar de Nochevieja en Ávila es hacerlo en parte de turismo rural, un sector que para esta fecha no se ve defraudado pues, salvo pandemia, suele ver completos sus establecimientos. Este año no va a ser la excepción y de ello hablamos con Casas de Gredos, que se encarga de la gestión de alrededor de 200 viviendas dedicadas al turismo rural en Ávila y con Daniel Pérez, representante de CEOE Ávila en lo que a este turismo se refiere. 

La conclusión de ambos es que el año va a acabar bien gracias a esa Nochevieja en la que estamos a punto de sumergirnos. «Estamos notando que a medida que se acerca el fin de año el ritmo de reservas va 'in crescendo'» apunta Pérez. Estima el representante de CEOE que a pesar de ello diciembre «no va a ser un buen mes, pero lo que sí va a ser 2022, cuando concluya y tengamos todos los datos, un buen año».

Desde Casas de Gredos, Alicia Garcinuño, apunta que en Nochevieja no colgarán el cartel de «completo» pero se aproximará mucho a ello puesto que «apenas nos quedarán una decena de casas por alquilar a día de hoy (viernes) y son de las más pequeñas». 

Sin dudam, una buena noticia que acompaña al hecho de que «la Nochebuena cada vez es mejor».Se viene notando de unos años a esta parte que cada vez más gente alquila viviendas para pasar tan señalada fecha.La Nochebuena es más «familiar», mientras que la Nochevieja sigue siendo de parejas, de amigos, aunque también de familias completas y lo cierto es que «en Nochebuena cada vez se sale más» proporcionando una buena bocanada de aire a los representantes de este turismo rural.

Cuenta que para la última noche del año son muchos los que reservan con tiempo, sobre todo clientes habituales que «lo dejan reservado de un año para otro» y que en ocasiones llevan muchos años viniendo a Ávila a celebrar el fin de año. La mayor parte de las reservas se han hecho con antelación si bien siempre hay alguna de última hora. Los más previsores alquilan antes porque quieren «algo más concreto»; a última hora «a la gente le da más igual, incluso la zona, porque lo único que quieren es juntarse para celebrar esta fiesta». En general son reservas de tres días, «del 29 de diciembre al 1 de enero o del 30 de diciembre al 2»; si bien las de última hora son sólo de fin de semana «gente que no sabría por ejemplo si contaba o no con el sábado». 

Entiende Alicia Garcinuño que estos últimos días del año son especialmente buenos, algo que no ocurrió con el puente de la Constitución que «en realidad no fue tal». Y es que las vacaciones escolares de los niños no coincidieron, por ejemplo, en Madrid con las que se dieron en Ávila. Considera que fue como un puente dividido en dos partes y en dos fines de semana y «entre uno y otro, al final, se apañó, pero, claro, yo lo veo así porque no me esperaba un 100% de casas alquiladas».

El caso es que el año «lo vamos a acabar bien». Como siempre el turista más fiel a Ávila sigue siendo el de Madrid, seguido del de Andalucía y Valencia en este caso. 

Lo primero que alquilaron, también como es habitual, fueron las casas grandes. Las tienen hasta de 20 plazas y también hay otra posibilidad para responder a la demanda y es el alquiler de dos viviendas juntas, «no están comunicadas, pero si pegadas entre sí» y también suman cerca de la veintena de plazas. Se juntan grandes grupos claramente en esta fecha.

Para Daniel Pérez diciembre no está siendo un buen mes porque «se está empezando a mover especialmente esta semana», en tema de alojamientos va 'in crescendo' y permitirá cerrar el que está siendo un buen año. Ahora bien el último mes del año fracasó por muchos motivos al principio, en un puente que a él personalmente le defraudó y que además estuvo marcado por las lluvias. 

Como Alicia Garcinuño pone Pérez de manifiesto que para la Nochevieja especialmente hay gente que reserva con mucha antelación, algunos con meses. Ahora bien también hay gente que «te anula la reserva 15 días antes» y eso no deja de ser un contratiempo y más en un año que acaba en el que ha habido mucha incertidumbre que, estima, continuará en el 2023. Se refiere al precio de la energía y también al de las materias primas... y que, lógicamente, no se puede repercutir al cliente.