Cuando se pusieron al frente del club –DS360– se marcaron varios objetivos. En lo deportivo, el lógico ascenso de categoría, aunque con cautela. «Paso a paso». Al final será el balón el que dicte sentencia. En lo 'institucional', avanzar en la profesionalización del club. Se han creado nuevos cargos y funciones dentro de un cuerpo técnico que ha crecido bajo la batuta de Borja Rubiato.Y la tercera pata de este nuevo proyecto, al menos en esta 2022-23, no podía ser otra que las instalaciones. La necesidad de 'meter mano' a un estadio Adolfo Suárez es más que evidente. Ya dejó claro la Confederación Hidrográfica del Duero que ciertas actuaciones no son posibles, que tanto la zona del Adolfo Suárez como la del Sancti Spíritu están bajo el yugo de la Ley de Aguas de 2016, que impide nuevas construcciones por ser zonas de flujo preferente. Sin embargo esta ley no será un impedimento para que, el curso que viene, el AdolfoSuárez luzca una nueva imagen.

En el Real Ávila esperan que esta misma semana llegue el 'OK' definitivo desde los servicios técnicos del Ayuntamiento de Ávila para poner en marcha todas las actuaciones que tienen previstas para este año. «Ya está presentado el informe de todo lo que se quiere hacer a corto plazo. Creemos que bien el lunes o el martes resolverán y a partir de ahí, poder empezar con el derribo del velódromo cuanto antes» señalan desde el club ante una de las obras más importantes que se van a ejecutar. En más de 120.000 euros se valora la inversión prevista para tratar de poner a punto un estadio que se inauguró en 1976 y que desde entonces apenas se ha tocado.

Cambiará la imagen del campo. Desaparecerán los restos de un velódromo que ya fue derribado parcialmente hace dos décadas –2001– en la zona de la grada principal pero que aún rodea el resto del campo. Quisieron acabar con él  Juan Rodríguez 'Juanito' y Javier Pindado cuando dirigieron el club pero las obras acabaron –se empezó a retirar el velódromo en los fondos– al poco de empezar. Esta vez se va con todas.  

La actuación que se va a llevar a cabo comprende los trabajos de demolición y retirada del firme, el relleno que forma la parte interior del velódromo así como la gestión de los residuos generados por esta demolición. Una actuación concreta cercana a los 70.000 euros. «Con esto  mejorará la estética del conjunto del estadio así como ganamos espacio para realizar actividades o calentamientos en los fondos» se valora desde el Real Ávila ante la reforma que va a emprender y con la que mejorará la imagen de un campo muy deteriorado. «Tras la demolición del  velódromo, en las dos zonas de curva se pretende realizar un enfoscado de mortero por el interior, mejorando asi la estética» marcan desde un proyecto que no olvida que el 2023 será el Centenario.  

Es el cambio más importante, pero no el único. Habrá arreglos en la cabina y sala de prensa, que sufre serias humedades, se mejorará el vestuario del equipo local, se cambiará el marcador y sobre el campo ya se encuentran los nuevos banquillos, de 14 asientos en dos filas. Sobre el césped ya trabajan desde hace semanas –se ha encargado a una empresa– para el arreglo y cuidado de un césped que ha sido un problema durante este curso pasado y se alinearán las porterías correctamente. Igualmente se está estudiando la posibilidad de retrasar la actual valla que separa a los aficionados y el césped, ganando espacio  y seguridad. Y todo ello con otra actuación pendiente, en este caso en el anexo del Adolfo Suárez, en el que se quiere instalar césped artificial. Una inversión a mayores y que está  en manos de la CHD, que debe dar el visto bueno a esta intervención.

A falta de un campo nuevo, que es lo que de verdad se necesita, una mejora sustancial.

Dos décadas desde la última reforma

Fue en la temporada 2000-2001, con Julio Ortega como presidente, Duque como entrenador y el equipo en Segunda B, cuando el Adolfo Suárez sufrió, por llamarlo de alguna manera, su última reforma. De aquella temporada viene la actual imagen del estadio. El club decidió ampliar el terreno de juego, derribando para ello la parte del velódromo de la grada principal. Aquella actuación conllevó la eliminación de los dos vomitorios –escaleras– que partían de la zona de tribuna y palco porque quitaban visibilidad. Fue la última remodelación en un campo inaugurado en 1976 y sobre el que se intentaron dos grandes actuaciones. En el 2008, de la mano de Julio Ortega, Javier Sánchez y José RamónHerrero, se llegó a presentar –maqueta incluida– un nuevo proyecto de estadio en el espacio que ocupa el actual y la Cubierta Multiusos.Con toda la grada cerrada, incluía numerosas instalaciones aledañas, tanto deportivas, como pistas de pádel, piscina cubierta, gimnasio o residencia para deportistas, a comerciales, de ocio e incluso un aparcamiento subterráneo.En 2016 Gestfootball aterrizó en el Real Ávila con otra gran propuesta. A grandes rasgos el proyecto contemplaba la reforma del anexo con la instalación de césped artificial y su adecuación para un campo de fútbol 11 y dos de fútbol 7, la construcción de un campo de fútbol 5, la reforma de los graderíos exterior e interior, la construcción de una zona lateral de restauración, una zona de ocio infantil y la adecuación del entorno, iluminación y accesos.La propuesta se vino abajo en el último momento cuando se consultó a la CHD por su viabilidad. La respuesta fue negativa.