"La vacunación es muy importante pero no es suficiente"

EFE
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La llegada de la variante ómicron a España tambalea la relativa seguridad que se había logrado con la inmunización, por eso esta experta en coronavirus recuerda que no hay que olvidar otras medidas, como la mascarilla o la distancia

"La vacunación es muy importante pero no es suficiente" - Foto: José Antonio Gallego (EFE)

En pleno inicio de una más que probable sexta ola y con una variante que se vislumbra más contagiosa, ómicron, la lucha contra el coronavirus parece ponerse cuesta arriba a las puertas de las Navidades.

La científica Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, despeja algunas dudas esenciales sobre la nueva cepa de la COVID-19, que se ha detectado en Sudáfrica y se ha extendido por al menos medio centenar de países, entre ellos España.

Lo primero que revela esta experta es que el hecho de que ómicron acumule decenas de mutaciones no la convierte automáticamente en más agresiva o letal, aunque pide prudencia al respecto y ruega que la población mantenga las medidas no farmacológicas como mascarillas, higiene y distancia.

La nueva variante presenta decenas de mutaciones con respecto al virus original. ¿Sorprende a la comunidad científica la evolución de este coronavirus?

Que el virus cambie es perfectamente esperable, pero esta variante ha acumulado más mutaciones que otras, y nos preguntamos por qué; se especula con que Sudáfrica es un país donde hay mucha incidencia del VIH y muchas personas con un sistema inmunodeficiente. En esas condiciones, el virus ha podido evolucionar más libremente. Con un sistema inmune más potente el patógeno cambia menos.

 

El hecho de presentar muchas más mutaciones que otras cepas detectadas con anterioridad, ¿la convierte en más letal o virulenta?

No tiene por qué. Han aparecido más cambios. Eso quiere decir que el virus ha tenido más libertad para cambiar, y esas mutaciones le dan una ventaja. Pero algunas de esas mutaciones pueden ser neutras, y no dar lugar a ningún cambio de comportamiento. Otras pueden dar lugar a una modificación, pero no tiene por qué ser más virulenta; y sería posible incluso que el virus se atenuara y perdiera virulencia. La atenuación es una posibilidad bastante lógica en su evolución.

 

¿Son las medidas de vigilancia y control vigentes suficientes para controlar la evolución de esta variante?

De momento, precaución. Las medidas no farmacológicas que ya conocemos (mascarilla, higiene, distancia o ventilación) son efectivas frente a cualquier variante. Las vacunas posiblemente conserven efectividad también. Ahora toca ser precavidos y conviene mantener la vigilancia para ver cómo se comporta.

¿Está justificada desde el punto de vista científico la reacción de alarma que se ha desatado?

Sí, porque el virus ha cambiado y hay que saber en qué se traducen esos cambios. Hay que pensar que cualquier modificación que se produce es porque al virus le viene bien. Se podría pensar, es una posibilidad, que se va a transmitir mejor. De momento, y ante eso, cuidado, alerta, y la guardia bien alta.

¿Se puede asegurar que las vacunas contra la COVID que se están administrando son efectivas contra la nueva cepa?

Se está ya comprobando en los laboratorios; lo que se hace es coger este virus y enfrentarlo al suero de personas que ya están vacunadas para ver si los anticuerpos que inducen las vacunas siguen neutralizando bien y eliminando al patógeno. Diría que con las mutaciones que ya tiene podría ser que disminuyera algo la efectividad de las vacunas, pero que no la pierda del todo y sea similar a la que tenemos ahora, pero son conjeturas, porque hay que basarse en los resultados experimentales que se están haciendo.

¿Es posible rediseñar una vacuna en poco tiempo y producirla de forma masiva?

Sí. Son vacunas que se hacen mediante biotecnología y los cambios son relativamente sencillos. Luego está la cuestión de qué van a exigir las agencias reguladoras para este cambio. La formulación de la profilaxis de la gripe se cambia cada año sin necesidad de repetir ensayos. Directamente se reformula y se produce.

¿Debe una vacuna rediseñada volver a pasar las mismas fases de ensayos y procesos para conseguir las mismas autorizaciones que el suero original?

Habrá que ver cuál es la actitud de las agencias reguladoras, y si aceptan directamente la reformulación, en cuyo caso habría vacunas masivamente en unos meses, o si exigen algún tipo de ensayo.

Demostrado que el aire es la principal vía de contagio, ¿tendría sentido recuperar o reforzar las medidas preventivas que se han ido relajando durante los últimos meses?

Creo que sí que es necesario recuperar medidas no farmacológicas; no solo por esta nueva variante, que no sabemos cómo se va a comportar, pero simplemente con la variante delta, que es la que está circulando mayoritariamente ahora. Aunque se está vacunando a la gente, no es suficiente. Es necesario recuperar, si queremos mantener el control de la situación, esas medidas, y más ahora que vienen fechas de reuniones, celebraciones, que nos hacen cambiar de comportamientos. Mientras el virus siga circulando, esas medidas no se pueden abandonar. La vacunación es importante, pero no es suficiente. No nos podemos jugar todo a una carta.

¿Tiene sentido seguir avanzando en la vacunación en los países más desarrollados con terceras dosis mientras en las zonas pobres las tasas son muy bajas?

Es fundamental afrontar el problema de tener una vacunación universal, porque en países donde esta es muy baja el virus se puede reactivar y aparecer nuevas variantes. Hay que llegar a un punto de equilibrio. Hay colectivos en los que posiblemente sí sea necesario dar terceras dosis (gente mayor o personas más vulnerables) pero a lo mejor no es indispensable extender nuevas pautas a todo el mundo, y esas unidades habría que repartirlas de forma más igualitaria. Hay que mirar más allá de las fronteras, porque nadie va a estar protegido hasta que todo el mundo lo esté.

¿Hay que seguir hablando de inmunidad colectiva ante la proliferación de otras cepas?

Es un concepto que hay que tomar de forma relativa. No es un número mágico que cuando se alcanza nos garantice la protección absoluta y para siempre. Cuantas más personas estén vacunadas, más obstáculos va a tener el virus para transmitirse y eso permite controlar mejor su impacto en la salud pública. Esa cifra mágica tendría sentido si las vacunas nos dieran inmunidad del cien por cien y para toda la vida, y que fuera además una inmunidad esterilizante, pero no es el caso.