«Trabajamos para mejorar el posicionamiento de la Geología»

Mayte Rodríguez
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Hoy charlamos con la morañega Ana María Alonso Zarza, directora del Instituto Geológico y Minero de España, catedrática en la Facultad de Geología de la Universidad Complutense e investigadora

«Trabajamos para mejorar el posicionamiento de la Geología» - Foto: JdeMiguel

Con nuestra protagonista de hoy no hemos podido charlar en persona porque el cierre perimetral de Castilla y León no permite que quienes viven en la Comunidad de Madrid viajen hasta su tierra de origen con la alegría que antes lo hacían. Bien lo sabe Ana María Alonso Zarza (Viñegra de Moraña, 1962), que cada día echa más de menos su pueblo, al que no regresa desde finales del pasado verano debido precisamente a las restricciones que impone la pandemia. Además de sus «raíces» y del bienestar que le brinda «la luz y el color» de La Moraña, allí siente que está en su «sitio». Tanto es así que, con el paso de los años y pese a que en su pueblo está «la casa familiar que es de todos», ella acabó construyéndose la suya propia en Viñegra de Moraña. Nos confiesa, eso sí, que ese sentimiento de pertenencia e identificación absoluta con su pueblo ha ido llenándola a medida que iba transcurriendo la vida e iba haciéndose «mayor».

Aunque nació allí, a los cinco años se fue a vivir a Madrid. Como tantas otras familias que emigraron del campo a la ciudad en los años sesenta y setenta del pasado siglo en busca de una oportunidad que el pueblo no les acababa de ofrecer. Su padre se marchó de avanzadilla y, diez años después, le siguieron su mujer y sus siete hijos, una familia numerosa en la que Ana María es «la quinta».

Quién le iba a decir entonces que una muchacha nacida en una comarca tan poco interesante desde el punto de vista geológico como La Moraña acabaría convirtiéndose en catedrática de la Facultad de Geología de la Universidad Complutense de Madrid, presidenta de la Sociedad Geológica Española y, en la actualidad, directora del Instituto Geológico y Minero de España. Por supuesto, detrás de todo ello hay una vida entera de estudio, trabajo, esfuerzo y muchas horas de investigación y docencia, tratando de inculcar a sus alumnos su pasión por la Geología, la que la ha acompañado y ha ido guiando sus pasos hasta alcanzar las más altas cotas en su ámbito profesional.

 

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

Las Murallas.

¿Qué es lo que más te gusta de Ávila?

Mi pueblo, Viñegra de Moraña.

¿Y lo que menos?

Hay que ser más empáticos con los de fuera.

Un lugar para perderse…

Me perdería en La Alcarria.

Un recuerdo de la infancia…

El gato subido en el tejado y yo de niña diciéndole bájate gato, que vas a caer.

El mayor cambio que necesita Ávila ...

Ávila necesita abrirse más al exterior y ser más permeable.

Y Ávila tiene que mantener…

Se historia, su patrimonio y sus gentes.

Un personaje abulense que le haya marcado

Adolfo Suárez, me emociono al mencionarlo.

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Como ciudad ha cambiado mucho, es una ciudad tremendamente agradable para estar, para pasear, para tomarse unas cañas, pero creo que hace falta más apertura.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Creo que hay que hacer algo por esa apertura para que resista. Hay que hacer algo más por la modernización de Ávila y, sobre todo, hay que hacer algo para que la gente no se vaya de los pueblos. Hay que poner en valor la cultura popular y generar algo para que la gente pueda vivir con los recursos que hay en las zonas rurales.

¿Qué puede aportar a la provincia de Ávila?

Yo aportaría muchas cosas, pero ahora mismo propongo un proyecto. En Narros de Saldueña hay un castillo que ahora mismo está en venta y que creo que sería bueno que las instituciones abulenses utilizaran ese castillo para hacer un centro de supervivencia de La Moraña, para poner en valor los valores de la comarca, su riqueza cultural, histórica, geológica, ... Y hacer que haya sentimiento de comunidad, orgullo de pertenencia a una comarca en la que hay muchas cosas buenas y favorecer que vaya gente y se empiecen a generar recursos. Si tuviera dinero, no dudaría en comprar ese castillo y poner en marcha allí el centro de interpretación de La Moraña. Yo no soy historiadora, pero hace 500 años La Moraña era el centro del mundo porque allí nació Isabel la Católica, así que crearía un lema relacionado con esta idea. Creo que es muy importante que pongamos en valor lo que tenemos. 

 

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