Pese a que solo tiene doce años, y además recién cumplidos este viernes, Guillermo Castro Herranz lleva más de media vida pintando. De hecho, nuestro protagonista de hoy aprendió a usar el pincel antes que a montar en bici. No en vano, con solo cinco años este abulense que acaba de terminar sexto de Primaria en el colegio Santa Teresa de la capital abulense ya se manejaba como pez en el agua mezclando óleo sobre el lienzo. De hecho, a esa edad y viendo sus padres, Carolina y Julio, el interés artístico que su hijo mostraba, empezó a recibir clases de pintura con la profesora y artista Maribel Huertas, con la que continúa aprendiendo a día de hoy y que destaca de su joven y aventajado pupilo que «no hay nada que le frene a la hora de crear y utilizar valientemente todas las técnicas que caen en sus manos». Y es que si hay algo que destaca en la obra de este joven artista es la originalidad a la hora de mezclar técnicas que dan como resultado una obra abstracta y llena de personalidad.  

De Guillermo su profesora destaca «que es una personita auténtica, espontánea y divertida», cualidades todas ellas que obviamente se reflejan en su extensa obra. Es más, asegura Huertas que en todos los años que lleva en la enseñanza no ha conocido a nadie tan joven «con tantas aptitudes artísticas y tanta creatividad a flor de piel», cualidades innatas a las que este pequeño une también el «esfuerzo e ilusión» que pone a la hora de pintar. 

Parte de los cuadros que durante los siete años que lleva pintando han salido de su imaginación y de sus pinceles, pueden verse ahora en Madrid, en este caso en el restaurante El Jefe Travelling Food, que el abulense Alberto de Dompablo regenta en la céntrica calle Alonso Cano. Ésta es, de hecho, la primera exposición de este joven que se muestra ilusionado, a la vez que nervioso, por mostrar su obra por primera vez al gran público. Unos sentimientos a los que, cuenta su madre, también une la lógica preocupación por saber que durante los tres meses que sus cuadros van a estar expuestos en este espacio  no sufran ningún daño. Y es que, cuenta Carolina, por toda su obra siente este joven artista un cariño especial, tanto que cuando le comentaron que cabía la posibilidad de que alguien comprara alguno de los 18 cuadros que conforman esta exposición de primeras se mostró receloso a desprenderse de ninguno de ellos. 

'Aventura cromática' es el título de esta exposición a la que el nombre le va a las mil maravillas porque si algo caracteriza a la obra de Guille, como le llaman todos los que le conocen, es justamente el color, intenso y alegre, que predomina en todos sus cuadros. 

La exposición, que a buen seguro será la primera de muchas para este joven artista, se podrá visitar hasta el próximo 21 de septiembre en este restaurante y en este caso de 13,00 a 17,00 y de 19,00 a 23,00 horas.