PSOE y Podemos chocan por la ley de libertad sexual

Europa Press
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La ministra de Igualdad logra el compromiso del Gobierno para que la norma se presente antes del 8 de marzo, pese a que Justicia quería retrasarla para incluirla en la reforma del Código Penal

La Comisión de Seguimiento del acuerdo de coalición, durante su primer encuentro. - Foto: Mariscal

Poco duró el espíritu de concordia y hermanamiento entre PSOE y Unidas Podemos que se pudo ver hace dos fines de semana en Toledo, en Quintos de Mora. Y es que las diferencias ideológicas entre los dos socios de coalición afloran, máxime cuando los morados tienen a la vuelta de la esquina una Asamblea a la que no acudirá Anticapitalistas. Los dos temas en los que colisionaron son inmigración y libertad sexual. 

Cierto es que 24 horas antes había un ruido interno entre los bloques, que escenificaron sus profundas discrepancias en las devoluciones en caliente. Salía humo de la Comisión de Seguimiento del acuerdo de coalición. Y ayer, por momentos, fuego.

El último choque lo protagonizaban la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el de Justicia, Juan Carlos Campo.

Fuentes moradas aseguraron que esa ley integral por la protección de la libertad sexual y contra las violencias sexuales está generando diferencias en el seno del Gobierno, un proyecto que está terminado pero que aún no habría recibido la conformidad de la Cartera dirigida por el socialista. 

El motivo de esta fricción no es otro que el retraso de la ley de libertades sexuales -conocida como la ley del solo sí es sí-, que el Departamento de Justicia y la Vicepresidencia Primera de Carmen Calvo, como responsable del orden del día de los Consejo de Ministros, están retrasando, por discrepancias «formales» cuando el proyecto ya está listo para pasar por ahí.  

De este modo, se está discutiendo sobre si el Ejecutivo debe incluir la reforma de los delitos sexuales en esta norma -postura que defiende Igualdad y que formaba parte del acuerdo entre Sánchez e Iglesias- o cuando se haga la modificación del Código Penal.

El mensaje que se quiere transmitir es, como dijo el vicepresidente segundo, que hay «un Gobierno unido», y que, en todo caso, los problemas que pueda tener se resuelven internamente. Lo primero resulta dudoso, lo segundo no se cumple porque se hacen públicos, ya sea por filtraciones interesadas o por declaraciones públicas, como la del presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, sobre los planes del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en materia migratoria -como el endurecimiento de la ley de asilo- y el acatamiento de la sentencia de Estrasburgo favorable a las devoluciones en caliente.

Calvo, que se vio con Iglesias 20 minutos, salió al paso asegurado que el Gobierno acata y respeta todas las sentencias y por tanto también la del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea que avala la actuación de España con la expulsión de dos hombres que en 2014 saltaron la valla de Melilla.

Pero no parece que los morados quedaran satisfechos puesto que el mismísimo presidente, Pedro Sánchez, intervino minimizando las diferencias sobre la tramitación de una futura ley de libertad sexual. «Llegaremos a tiempo, pero más que la fecha lo importante es que nos vamos a situar en la vanguardia de la igualdad de género y de la protección de las mujeres», sostuvo desde Bruselas el madrileño.