Disfraces en febrero... y bañador en verano

M.M.G.
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La Casa Grande de Martiherrero y los Voluntarios Mapfre se unen por cuarto año para celebrar el carnaval más solidario de todos, ya que con su recaudación se seguirá mejorando la piscina de este colegio de educación especial

Disfraces en febrero... y bañador en verano

El carnaval se siente ya en todos los rincones de la ciudad. Los disfraces están ya preparados y son muchas las citas en las que podremos lucirlos. Aunque hay una que se diferencia del resto por un montón de cosas. Sobre todo, porque es el único carnaval con espíritu solidario que se va a celebrar estos días.

Los responsables vuelven a ser (ya por cuarto año consecutivo) los miembros de la gran familia de la Casa Grande de Martiherrero y los voluntariosMapfre. Todos unidos volverán a dar vida este sábado a una fiesta que coge peso en el calendario festivo abulense y que está pensada para disfrutar, sobre todo, en familia.

Entre las 11,00 y las 16,00 horas, el pabellón municipal de San Antonio se convertirá en el escenario perfecto para pasar un día único de carnaval a la vez que se colabora con una muy buena causa. Porque todo lo que se recaude a través de la venta de la entrada (con un precio simbólico de tres euros) irá destinado a seguir mejorando la piscina de la Casa Grande.

Así, y tal y como este jueves explicó en la presentación del carnaval solidario Sonia Abad, coordinadora del voluntariado de la Casa Grande, después de haber remodelado el firme de las instalaciones (tanto el del vaso como el de la zona exterior) y de haber instalado una escalera accesible para las personas con movilidad reducida, lo que se quiere ahora es recaudar fondos para poder construir unos vestuarios para que los usuarios no tengan que desplazarse a la casa cada vez que se cambian.

«Ojalá podamos igualar los 6.000 euros que recaudamos en la primera edición, que de momento es la cifra récord». La que así hablaba era la responsable del voluntariado de Mapfre, Rocío del Monte, que animaba a todos los abulenses a acudir a SanAntonio en algún momento de la jornada para participar en las muchas actividades previstas a lo largo del día.

Porque habrá de todo. Para los más pequeños, no faltarán los talleres, como el de manualidades, pintacaras o pintauñas «que tanto éxito tienen siempre», y las actuaciones de cantajuegos. 

Pero habrá también oportunidad para mover el cuerpo en las sesiones de danza oriental, zumba y danza urbana que se sucederán a lo largo de toda la mañana.

Este año, una de las novedades pasa por el cambio de la tradicional comida por la venta de bocadillos y bebidas solidarias (un euro respectivamente). Novedad a la que se suman, de nuevo, el punto de venta de repostería y el chocolate solidario de las 15,00 horas (también con un precio de un euro).

Y a las 12,45 horas tendrá lugar otro de los momentos más especiales del día. Porque será entonces cuando comience la subasta de cuadros realizados por Luciano Díaz Castilla en colaboración con los chicos de laCasa Grande y del Colegio Diocesano.Con ella también se quiere seguir ‘engordando’ la hucha solidaria del carnaval.